¿Quién ha dicho que no puedes darle la vuelta a la tortilla y ser tú quién seleccione la empresa para la que quieres trabajar? Desde luego, por intentarlo que no quede. Para llegar hasta donde queremos, además de hacer un buen análisis de nuestro perfil, tenemos que trabajar con nuestro público, es decir, las compañías de las que te gustaría formar parte. Elige la empresa para la que quieres trabajar.
¿Eliges tú o elige la empresa?
Cuando estás buscando empleo a veces sabes muy bien dónde querrías trabajar. Esto tiene mucho que ver con la imagen que proyecta la compañía, el employer branding. Un trabajo concienzudo que pone de relieve el prestigio que tiene una empresa en cuanto a su posición en el mercado, su grado de innovación, las condiciones laborales que proporciona a sus empleados o posibilidades de crecimiento profesional.
Crear las condiciones para que se produzca una llamada puede estar en tu mano si te conviertes en su candidato perfecto utilizando la información que proyecta a quienes están atentos a su proceder, sus públicos.
Sigue la pista a sus ofertas de empleo para saber qué tipo de empleado necesitan
Por lo tanto, toca ponerse a investigar allá donde la empresa tiene presencia online como pueden ser sus redes sociales, página web, perfil en LinkedIn o entradas en algún periódico de hojas color salmón. Descubre en qué tipo de cultura de empresa inscriben. ¿Qué valores defiende? ¿Dónde están sus intereses? Esto lo comprobarás gugleando el nombre de la empresa, pero otra opción es analizar sus ofertas de empleo. Lo puedes hacerlo tanto en la propia página (suele haber un epígrafe que se llama algo así como “trabaja con nosotros”) como en el portal de Infoempleo buscando por empresas.
Las empresas también quieren ser atractivas para sus grupos de interés (o stakeholders como se llama en el lenguaje empresarial) y focalizan su comunicación hacia los colectivos con los que quieren establecer lazos. No lo van a decir explícitamente pero sí puede deducirse de la manera en la que se muestran al mercado. Este análisis debe servirte para comprobar su área de influencia (regional, internacional), la relación con su competencia o cómo trabaja con la administración. Son todo claves que te ayudarán a definir más tu estrategia y a adecuar tu propia experiencia a sus necesidades.
Ajusta tu autocandidatura a sus necesidades
Para ello, resalta los conocimientos que has acumulado orientados a los requisitos relevantes que has detectado durante tus pesquisas de las ofertas de empleo. Seguramente hay cosas que se repiten, ahí está el secreto de su cultura y lo que consideran importante.
Hazte también visible para ellos. Una estrategia puede ser interactuar profesionalmente con los empleados de la compañía que sean más activos en redes sociales. LinkedIn te permite compartir la información que te parezca interesante de ellos o comentar. Siempre de una manera respetuosa y aportando un punto de vista original. Por supuesto evitando debates que puedan ser conflictivos. Si lo consideras oportuno, comparte también tu propio contenido y etiquétalos para que puedan opinar.
Elige la empresa y propicia el contacto directo
No descartes la oportunidad del encuentro personal. Participa en aquellos foros, mesas, charlas, presentaciones o cualquier tipo de evento en los que la empresa que tengas como objetivo intervenga. Ten preparado un elevator pitch para no perder ni un minuto en hablar de tu perfil profesional si se presenta la ocasión (ya la habrás propiciado tú).
La proactividad, cuidando que no sea invasiva, resulta muy atractiva en un potencial candidato.
Por último, haz una autoevaluación de tu experiencia y conocimientos teniendo en cuenta los criterios que crees que utilizarían de cara a un hipotético reclutamiento, según lo que has conseguido averiguar sobre la empresa en la que anhelas trabajar. Pregúntate si pasarías un proceso de selección y qué cuestiones necesitas descartar de tu solicitud personalizada o en qué es importante capacitarte para incluirla.
Una vez hecho todo este análisis sobre tu perfil profesional busca a la persona responsable de recursos humanos localizando el organigrama y dirígele tu propuesta personalmente. Escribe el mail que querrá abrir siguiendo nuestros consejos para redactar un asunto sugerente en tu autocandidatura.