El Parlamento Europeo da luz verde al inicio de las negociaciones para la aprobación de una Directiva de transparencia retributiva aplicable a los veintisiete estados miembro. Tras recibir la propuesta por parte de la Comisión el Europarlamento propone medidas más contundentes para acabar con la brecha salarial. Entre otras, amplía el número de empresas que estarán obligadas a adoptar medidas de trasparencia y plantea prohibir las cláusulas de confidencialidad sobre el salario.
El Parlamento europeo más firme frente a la brecha salarial
Los datos sobre brecha salarial siguen dejando en evidencia la necesidad de avanzar en políticas de empleo igualitarias. Las mujeres europeas cobran un 14% menos que los varones. A pesar de lo que pueda parecer, esta cifra apenas se ha reducido en diez años.
El carácter secreto de los salarios hace posible que las causas de la brecha salarial permanezcan ocultas, y sea más difícil identificarlas para corregirlas. Por este motivo es fundamental, en el objetivo de lograr la igualdad salarial entre hombres y mujeres, que la transparencia sea una obligación en cuanto a las retribuciones.
La directiva obligaría a aquellas empresas de más de cincuenta trabajadores a publicar los salarios con el fin de detectar diferencias retributivas entre hombres y mujeres. La propuesta que hace el parlamento es facilitar las garantías por las que, si se detecta una brecha de mínimo un 2,5%, las autoridades nacionales tendrían que poner en marcha un plan de igualdad para corregirlo.
Las víctimas de la discriminación salarial no tendrían que demostrar que lo son
La cámara europea también plantea una modificación respecto a la iniciativa de la Comisión en cuanto a la carga de la prueba. En caso de que la empresa no considere que está discriminando será a ella a quien corresponderá demostrar que no lo hace (y no al trabajador o los representantes que lo denuncien). Este cambio tiene que ver con las dificultades para demostrar que se está siendo víctima de discriminación salarial debido al carácter secreto de las retribuciones.
En este sentido, va más allá y pretende que las cláusulas de confidencialidad sobre el salario queden prohibidas.
Por último, en cuanto a las correcciones que se proponen desde el parlamento estaría la creación de un certificado que señale a aquellas empresas que no tienen brecha salarial.
España avanza sobre la directiva europea de transparencia
En España, gracias al Real decreto 902/2020, de igualdad retributiva entre hombres y mujeres, las empresas de más de cincuenta personas tienen obligación desde el veintidós de marzo de este año de cumplir con tres características de la transparencia salarial:
Registro obligatorio de salarios, diferenciado por género. Este registro solo será de cantidades y diferenciará entre hombres y mujeres, pero no llevará el nombre de los empleados.
Sistema de valoración de los puestos, bajo la premisa de trabajo de igual valor, remunerado por igual, apuntando a que los trabajos que desempeñan las mujeres están peor valorados, luego peor remunerados. Y con el diseño de una herramienta (IR) para dar cumplimiento a esta norma.
Auditoria retributiva, asociada a la obligatoriedad de tener un Plan de Igualdad. Con las auditorías se pretende un doble objetivo. Por un lado, constatar que se está realizando un pago justo, independiente de que se sea hombre o mujer. Por otro, concienciar sobre esta discriminación que se produce de manera invisible.
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