Las nuevas tecnologías sin duda han traído numerosos beneficios. Entre ellos, la posibilidad de contactar con otras personas en cualquier momento y lugar. En el plano laboral, esto ha permitido más agilidad en muchas de las actuaciones de las empresas. Pero esta realidad tiene también una cara oscura. Con esta agilidad se ha creado también una obligación de inmediatez. Unos de los principales perjudicados son los trabajadores, cuyos horarios se han ampliado. Pero el derecho a desconectar existe. Así lo ha regulado Portugal.
El derecho a desconectar
Las comunicaciones se han vuelto veloces. Y los medios por los que se producen se han multiplicado. En el entorno laboral, correos electrónicos, llamadas de teléfono y mensajes de WhatsApp ocupan buena parte de la jornada. En algunos ámbitos se espera de los trabajadores estén siempre disponibles. Pero esto es una quimera. Además de ilegal cuando la exigencia va más allá del horario laboral.
Con el aumento del teletrabajo la tendencia no ha hecho más que empeorar.
La situación ha alcanzado tales límites que varios países han regulado el derecho a la desconexión digital. Algo tan básico como dejar de trabajar cuando efectivamente se está fuera del trabajo.
No hay una ley específica para regular el derecho a la desconexión digital en España. Pero sí se han establecido los marcos en los que no es posible exigir a los trabajadores estar siempre disponibles.
La nueva ley portuguesa versus la española
El pasado mes de noviembre, Portugal aprobó una nueva ley de teletrabajo. En ella se incluye uno de los asuntos más espinosos en las relaciones entre empleador y empleado: el derecho a la desconexión digital. Básicamente, esta nueva regulación impone como un deber a los empresarios el no contactar con los trabajadores fuera del horario laboral. Hacerlo será considerado una falta grave y el empresario podrá ser sancionado.
Esta ley impide también la captura de imágenes, textos o sonidos por parte del empresario. Estipula también que los costes derivados de trabajar en casa, como electricidad o internet, deberá asumirlos el empresario. Y que antes de que el empleado comience a trabajar en su domicilio se deberá establecer por escrito un acuerdo con el empresario. Excepto en empresas con menos de 10 trabajadores. A este cambio en las cláusulas del contrato se podrá oponer el empleado sin que tenga que ofrecer ninguna justificación.
En España el derecho a la desconexión digital de todos los trabajadores, incluidos aquellos que trabajan a distancia, se recoge en el artículo 88 de la Ley Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre y en el artículo 18 de la Ley 10/2021, de 9 de julio, de trabajo a distancia. La ley establece que el trabajador no está obligado a contestar WhatsApps, correos electrónicos o atender llamadas más allá de su horario laboral. También recoge la obligación de la empresa de establecer una política interna de desconexión digital.
Los beneficios para los trabajadores portugueses
Uno de los motivos esgrimidos para la aprobación de esta nueva ley en Portugal es garantizar el derecho de los trabajadores a la desconexión digital. Para que pueda hacerse efectiva la conciliación y para que el empleado pueda disponer de su tiempo libre como mejor le parezca. Cuando se ha acabado la jornada y comienza el Feierabend.
Esta nueva ley está en la línea del trabajo slow. Impedir que los trabajadores estén sujetos a constante presión en el trabajo. Al hacer que haya una distinción clara entre el tiempo de trabajo y el personal.