Hoy se conmemora el Día Europeo de la Igualdad Salarial. Se trata de una efeméride que quiere llamar la atención sobre la discriminación que sufren las mujeres en el ámbito laboral. No solo en cuanto a salario, sino también en oportunidades y acceso a determinados puestos. Estas desigualdades han continuado, a pesar de los avances logrados y de las leyes creadas para atajarlos. Por ello se hace necesario recordarlo.

Por qué un Día Europeo de la Igualdad Salarial

En 2010, el Consejo de ministros (Acuerdo del 26/2/2010) aprobó la celebración, cada 22 de febrero, del Día Europeo de la Igualdad Salarial. Fue promovido por la Comisión de Igualdad del Senado. Desde entonces, la Secretaría de Estado de Igualdad, a través del Instituto de las Mujeres, se encarga de la celebración. La Comisión Europea organiza en la UE el Día Europeo de la Igualdad Salarial con iguales objetivos.

Ya en 1919, la Organización Mundial del Trabajo (OIT) establecía que hombres y mujeres debían percibir iguales remuneraciones por un trabajo del mismo valor. Por lo tanto, no se trata de una reivindicación reciente.

En el artículo 157 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea se establece, desde hace 45 años, que sus estados deben instar a que trabajadores y trabajadoras reciban el mismo sueldo por realizar el mismo trabajo. En 2021 los estados miembros aprobaron un sistema de vigilancia, por el que empresas con 250 empleados o más debían informar de sus salarios y presentar anualmente un informe sobre la brecha existente.

En nuestro país, la Ley de Igualdad Salarial está en vigor desde el 14 de abril de 2021. Es el marco legal establecido para acabar con la desigualdad salarial. Entre otras medidas, obliga a las empresas o autónomos con alguna persona contratada a llevar un registro retributivo de todo el personal. Así mismo, deben realizar una auditoría retributiva.

Brecha salarial y techo de cristal

La brecha salarial se ha ido reduciendo en España en los últimos años, pero todavía se sitúa cerca del 9,4% según datos de Eurostat. Un poco por debajo de la media en Europa (13%). Pero con grandes diferencias respecto a las franjas de edad: a partir de los 36 años, la diferencia entre hombres y mujeres se acentúa.

Según los datos de la última Encuesta de Población Activa (EPA), las mujeres cobran 4.721 euros anuales menos de salario medio al año que los hombres. Sin embargo, la diferencia salarial no es el único punto en el que se pretende poner el foco el 22 de febrero. Existen otras formas de discriminación laboral por género. También la igualdad de oportunidades es uno de los campos donde se hacen necesario avanzar en concienciación y derechos.

Entre otras, las mujeres encuentran aún todo tipo de trabas para acceder a los puestos directivos de mayor responsabilidad en las empresas. Se trata del llamado techo de cristal. Por ejemplo, los hombres ocupan más del 94% de las presidencias de las compañías que forman el IBEX-35.

#PayMeToo iniciativa del Reino Unido que reivindica la Igualdad Salarial

Acciones complementarias a favor de la igualdad salarial

Como complemento a la celebración del 22 de febrero, existen además otras políticas y medidas para reducir la brecha salarial.

Con motivo del Día de la Igualdad Salarial, el Boletín Igualdad en la Empresa (BIE) publica un número especial. Se trata de una publicación del Instituto de las Mujeres, cuya labor se centra en la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres en el ámbito laboral.

En el mismo sentido, varios organismos publican diversos documentos de buenas prácticas en materia de igualdad retributiva.

Por su parte, las empresas englobadas en la Red DIE realizan una serie de acciones enfocadas en el objetivo de lograr la equidad salarial. La Red DIE es también una iniciativa del Instituto de las Mujeres.