La carta de recomendación es una herramienta muy útil en la vida laboral. Este documento demuestra que has llevado una labor profesional con éxito. Puede ayudarte mucho a la hora de conseguir una acreditación o un puesto de trabajo. Te damos las claves para que tu carta contenga todo lo necesario.

Hay empresas con formularios fijos a la hora de entregar una carta de recomendación. No siempre contendrá los elementos que aquí aconsejamos. Si es tu caso, estudia la posibilidad de entregarles un borrador para que la customicen teniendo en cuenta los aspectos que te recomendamos.

Cuándo y a quién pedir la carta

Si vas a cambiar de empresa y lo has avisado ya en la tuya, puedes solicitar la carta durante el periodo de preaviso. Es recomendable que lleves ya contigo una propuesta de carta, puede que la que elaboren ellos no sea tan completa. Una vez te hayas ido de la empresa, te resultará más difícil hacer esta petición, pero si tienen buen recuerdo de ti y tú les facilitas el trabajo, seguro que están dispuestos a recomendarte, incluso aunque hayan pasado los años. Si no te la dieron en su momento, es conveniente que la solicites en todas las empresas en las que has trabajado, al menos de las que más te interesan dentro de tu perfil.

En principio, debes solicitarla al responsable de tu departamento, que es la persona que ha supervisado tu trabajo más directamente. Conviene que la dirección de la compañía se vea implicada también, al menos con su firma. Las recomendaciones de los compañeros solo tendrán validez en los aspectos actitudinales; sin embargo, no hay que desdeñar su importancia. Si tienes perfil en LinkedIn, trata de que alguno de tus compañeros te haga una recomendación asociada a la empresa en la que habéis trabajado juntos.

Pedir una carta de recomendación a la empresa

Qué debe incluir

Con encabezado y en papel de empresa. Siempre es mejor que la carta se imprima sobre un papel corporativo. Es preferible poner el encabezamiento de “A quien corresponda” o “Estimados señores/as”. No debemos enviar el original porque puede servirnos para otras ocasiones. Siempre daremos copia de la carta con la advertencia de que podrán cotejarla con el original.

El recomendador y el recomendado. El recomendador es quien escribe la carta en primera persona. Debe figurar su nombre y cargo como supervisor de tu trabajo. Si está dispuesto a incluir un mail o teléfono de contacto para verificar la carta, mucho mejor. Es conveniente que aparezca, además de tu nombre y el suyo, tu DNI para que se te identifique de manera inequívoca.

Periodo de trabajo. Debe aparecer el inicio de tu trayectoria en la empresa y el momento en que dejas de trabajar allí.

Indicaciones actitudinales. Se hace mención a dos o tres actitudes positivas en el desempeño de tu labor. No debe exagerarse. Por ejemplo, responsable, trabajador/a, buen compañero/a, capacidad de liderazgo, puntual, flexible ante el cambio, creativo/a…

Indicaciones sobre el puesto. Debe figurar el cargo que ocupabas y, si es posible, una pequeña descripción de las tareas más importantes que llevabas a cabo.

Formación en la empresa. Si has cursado formación continua y no tienes título o diploma con sello de la empresa, puedes aprovechar este documento para incluir un apunte al respecto. Que figure el número de horas totales, puede ser aproximado, y los contenidos generales. Si son varios cursos y la formación es extensa, conviene que redactes un documento aparte y te sirvas de la excusa de la carta para que te lo sellen también.

Frase de recomendación. Se incluye además un pequeño texto en el que se indique que eres una persona que trabaja bien y, por tanto, que te recomiendan para futuros proyectos.

Firma. Deberá firmar quien redacta la carta en primera persona, es decir, quien ha supervisado tu trabajo, y si es posible, la dirección de la empresa. Debajo de las firmas deben ir especificados sus nombres completos.

Sello de empresa. Esto no debe faltar. Si los firmantes cambian de empresa, siempre quedará reconocida la recomendación por parte de la empresa.

Cuando abandonamos un trabajo, la sensación de ruptura nos impide a veces poner cabeza en aspectos que serán relevantes para nuestro futuro. No te vayas de un trabajo sin la carta de recomendación bajo el brazo. Y solicítala siempre, aunque te hayan despedido.

Te damos un ejemplo ficticio de carta de recomendación para que puedas ver una aplicación práctica de lo expuesto.

carta de presentación