Una vez terminados tus estudios toca entrar en el mundo laboral. A lo mejor ya has trabajado anteriormente en otros lugares, pero este en el que te encuentras ahora es el que tiene relación con lo que has estudiado. Todo eso que escuchabas en clase aterriza en el mundo real y no se parece en nada, en principio. ¿Quieres que te contraten en esa empresa después de terminar tus prácticas?

Esto no es una receta infalible para conseguir que te contraten, pero hemos recogido los consejos de algunos responsables de recursos humanos sobre qué tendría que hacer alguien en prácticas para sumar puntos y firmar un contrato laboral.

Luce responsabilidad para que te contraten  tras tus prácticas

Cumplir con el horario es algo que está fuera de discusión. Aunque no lo parezca quien se ocupa de valorar tu trabajo va a tener esto muy en cuenta. Es un signo muy revelador sobre la seriedad con que te tomas este puesto. Cuida también tu aspecto y vigila tu postura corporal. Es importante que todo tu cuerpo trasmita un mensaje proactivo, dispuesto a ponerte inmediatamente con lo que te manden. Cumple con la etiqueta (el dress code). Es un momento en el que estás acumulando méritos.

Brilla por tu actitud para que te contraten si estás de prácticas

Todo se puede aprender, la falta de conocimientos tiene fácil solución, pero la actitud es algo que no necesita conocimientos previos y no es tan sencillo aprenderla. Tanto con 18 años como con 60 una buena actitud es fundamental para participar en cualquier cosa. Así que tienes que ir con un SI grande en la cara. Por supuesto, sin permitir abusos (hay un estatuto del becario que te ampara) pero sin tratar de eludir tareas. Te va a venir bien aprender cualquier cosa, aunque no sea para lo que te has preparado. Si ya has terminado con lo que estabas pide más trabajo. Mientras haces lo que te han encardo tienes la oportunidad de ver cómo se mueven las personas dentro de la empresa. Cuales son las sinergias, y tomar la medida a cada uno para saber cómo dirigirte a alguien o a quien pedir las cosas. A prender eso te vendrá bien tanto a corto como a medio plazo. No lo menosprecies porque no ajuste a tus expectativas.

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Haz un trabajo de investigación interna (hacia tu yo)

Identifica mejoras que puedan hacerse en algunos protocolos y piensa en cómo podrían llevarse a cabo. Dale más de una vuelta y sondea a alguien con confianza sobre porqué eso se hace de determinada manera.  En las organizaciones a veces las cosas se hacen así solo porque llevan mucho tiempo haciéndose de ese modo o porque el jefe quiere que se haga de esa manera. Así que aquí viene una regla de oro fundamental en el mundo laboral: se prudente. Allí donde detectes una posible mejora puede ser una carta a tu favor, pero juégala con prudencia. Un perfil bajo te permitirá quedar bien sin exponerte demasiado con una propuesta innovadora.

Conviértete en una esponja

Aprende todo lo que puedas, también cómo no deben hacerse las cosas. Pregunta, pero, esto tienes que hacerlo mucho, observa, investiga y pregunta menos cada vez (cada semana un poco menos). Atrévete a tener cada vez más autonomía. Esto es muy valorable dentro de una organización. La persona que se ocupa de hacerte el seguimiento, generalmente, tiene una sobrecarga con la supervisión. Debe hacer su trabajo y supervisar el tuyo. Procura que vea que vas volando solo y que tienes arrojo.

Presume…de humildad

Recién salido de tu formación habrá muchas cosas que no se ajustan a lo que te han enseñado en clase. Durante tus años de estudio has recibido una educación genérica pero ahora ya estás viendo problemas reales y todos los elementos en interacción. Ya no estás en un laboratorio si no en el mundo real y hay elementos que se escapan y de los que no te hablaron durante tu formación. También esto se aprende. La base del aprendizaje es la humildad, reconocer que queda mucho por aprender.

La idea de incorporar a personas en prácticas es dar la oportunidad de confrontar los conocimientos adquiridos a problemas reales y adquirir una primera experiencia laboral. Las empresas por su parte tienen la oportunidad de formar a una persona a su imagen y semejanza con la motivación suficiente como para que la relación sea muy provechosa para ambas partes. Convertirlo en un win-win es responsabilidad de ambas partes así que a ti te toca ponerla toda de la tuya.