En un mercado laboral cada vez más competitivo, no basta con listar tu experiencia laboral o formación académica. Completar correctamente tu CV con habilidades y competencias puede marcar la diferencia entre ser llamado a una entrevista o pasar desapercibido. Las empresas buscan talento que, además de tener conocimientos técnicos, aporte valor desde sus habilidades personales y profesionales.
¿Qué diferencia hay entre habilidades y competencias?
Aunque muchas veces se usan como sinónimos, conviene matizar la diferencia. Las habilidades hacen referencia a capacidades específicas que una persona puede desarrollar, como por ejemplo hablar un idioma, programar en un lenguaje informático o redactar con claridad.
Las competencias, en cambio, implican una combinación de conocimientos, habilidades, actitudes y valores que permiten a una persona desempeñar su trabajo de manera efectiva en un contexto profesional. Son más amplias y muchas veces más difíciles de evaluar a simple vista.
En la práctica, las competencias engloban habilidades técnicas (hard skills) y habilidades blandas (soft skills), y es precisamente esta combinación la que interesa a los reclutadores.
¿Por qué es tan importante incluirlas en tu CV?
La respuesta es sencilla: porque te ayudan a diferenciarte. En un proceso de selección, los técnicos de recursos humanos se enfrentan a decenas, incluso cientos, de curriculums. Muchos de ellos tienen formaciones y experiencias similares. Entonces, ¿Cómo decidir a quién llamar? Las habilidades y competencias permiten identificar a candidatos que no solo saben hacer su trabajo, sino que además saben trabajar en equipo, adaptarse a los cambios, resolver problemas o comunicarse eficazmente.
Además, cada vez más empresas aplican el modelo de selección por competencias, lo que significa que analizan si el perfil del candidato encaja no solo con el puesto, sino también con la cultura organizacional y las necesidades del equipo.
¿Dónde incluir en tu CV las habilidades y competencias?
Existen distintas formas de integrar esta información en el currículum, según el formato que elijas:
- Opción 1. Incluirlas en un apartado específico: lo más común es incluir una sección bajo el título «Habilidades», «Competencias» o «Perfil profesional». Aquí puedes listar entre 5 y 10 elementos clave. Sé específico, evita frases genéricas como «proactivo» o «trabajo bien en equipo» sin más. En su lugar, opta por expresiones como «Gestión eficaz del tiempo», «Comunicación interdepartamental» o «Adaptabilidad en entornos multiculturales».
- Opción 2. En la descripción de experiencia laboral: aprovecha las descripciones de tus anteriores empleos para mostrar competencias en acción. Por ejemplo: «Lideré un equipo de 5 personas durante un proyecto de digitalización, mejorando los plazos de entrega en un 30%».
- Opción 3. Que formen parte del perfil personal o resumen inicial: en las primeras líneas del CV puedes hacer un breve resumen destacando tus competencias clave, sobre todo si estás cambiando de sector o tienes poca experiencia laboral.
- Opción 4. Introducirlas en una carta de presentación: es el complemento ideal para explicar cómo tus competencias se alinean con el puesto.
Habilidades y competencias más demandadas por las empresas
Según la encuesta que hemos realizado para la última edición del Informe Infoempleo Adecco sobre el mercado laboral español, ocho de cada diez empresas valoran especialmente que los candidatos tengan conocimientos especializados en el trabajo que se va a desarrollar, además de conocimientos en nuevas tecnologías. Muy por encima de los idiomas o el nivel de cultura general que puedan ofrecer.
Respecto a las habilidades interpersonales o soft skills que debería reunir el candidato ideal, las tres más valoradas siguen siendo mantener una actitud positiva, así como la capacidad para el trabajo en equipo y para resolver problemas. En el último año ha crecido también el interés por candidatos que muestren capacidad para organizarse y planificarse bien, con amplias dotes comunicativas, proactividad/iniciativa y que sepan gestionar bien su tiempo.
Incluirlas estas habilidades en tu CV puede ser una buena estrategia, pero recuerda que no se trata de enumerar por enumerar, sino de incluir aquellas que realmente puedes demostrar con ejemplos concretos. La honestidad y la coherencia son clave en este caso.
Una vez hayas completado tu CV con las habilidades y competencias que definen tu perfil, los reclutadores tendrán una información extra que puede suponer la diferencia entre que te llamen para concertar una entrevista o que pasen al siguiente candidato.