Como sabes, el concepto de Elevator Pitch nace en los entornos de emprendimiento, para realizar una presentación de tu modelo o idea de negocio en apenas dos minutos. Lo que dura un viaje en ascensor con un posible inversor, de ahí su denominación. Esta técnica se extrapoló después a otras áreas, como la selección de personal. Te contamos cómo preparar un Elevator Pitch de tu perfil profesional para una entrevista de trabajo.

Qué características debe tener un Elevator Pitch

Imagina que tienes poco tiempo, no más de dos minutos. Justo lo que dura un viaje en ascensor. Se abre la puerta y entra un inversor, alguien que puede hacer realidad tu empresa. Es el momento de contarle quién eres, en qué consiste tu negocio, cuáles son sus puntos fuertes, sus áreas de innovación o la rentabilidad que puede generar.

Bien. Pues ahora solo tienes que trasladar esto a una entrevista de trabajo.

Buceando por Internet o si realizas formación relacionada con la identidad corporativa o personal podrás encontrar formas variadas y dispares de elaborar un buen Elevator Pitch. No obstante, podríamos decir que en el discurso o esquema sobre el que se asienta, todos ellos comparten alguna de estas características básicas:

  • Creatividad: debes ser creativo al explicar tu idea. Tratar que el receptor recuerde la conversación que mantuvisteis durante largo tiempo. Dejar huella es el primer paso para enamorar y para, finalmente, convencer.
  • Anticipación: también es importante incluir en el discurso las respuestas a posibles dudas sobre tu modelo o perfil profesional. No debes permitir ningún resquicio a la interpretación o la duda.
  • Concisión: tienes dos minutos. Por lo tanto, tus frases deben ser directas, cortas y con la suficiente claridad para que la exposición resulte ágil y limpia para quien la recibe.
  • Convicción: por último, importa mucho el tono. Debes transmitir pasión, fe y seguridad en lo que estás contando, pero nunca parecer artificioso, exagerado o demasiado agresivo.

Practicando el Elevator-Pitch

Del inversor al reclutador: dos formas similares de vendernos

Si, como decimos, trasladas todo lo anteriormente expuesto al momento en el que estás realizando una entrevista de trabajo y te piden que te definas, simplemente deberías cambiar los contenidos, pero nunca la estructura ni las características del discurso.

Dicha estructura, ahora ya adaptada, podría parecerse a esta:

  • Datos objetivos básicos: como tu formación, los años de experiencia y los éxitos más destacables de tu trayectoria laboral.
  • Habilidades principales o puntos fuertes: es el momento de definir esas soft skills que te definen, o las capacidades que puedes aportar como valor añadido al puesto.
  • Idea central potente sobre tu candidatura: por último, debes intentar atraer la atención del reclutador hacia tu candidatura. Explicar tu especial interés en el puesto o en la empresa, o bien argumentar por qué eres el candidato ideal en el proceso, te puede servir en esta parte final y como cierre de tu Elevator Pitch.
  • Moviliza al reclutador: incita al entrevistador a confiar en ti, a comprobar lo que le cuentas. Muéstrale tu plena disposición y solicita tu oportunidad.

Para finalizar, no debemos olvidar que este tipo de discurso debe prepararse muy bien. Debemos tener muy claro el guión a seguir, o bien crear un mapa mental lo suficientemente claro para no dejarnos nada en el tintero en nuestro discurso. Las palabras tienen un poder inmenso. Solo tenemos que escogerlas correctamente.