El mercado laboral está experimentando grandes transformaciones. Nuestras propias características sociales están contribuyendo a ello. Los millenials trabajaremos más años y cambiaremos más de trabajo que nuestros padres. La especialización en pequeñas áreas concretas se ha convertido ya en algo prácticamente esencial para acceder a puestos de trabajo relevantes.
Es por ello que, tanto si eres millenial como si no, hayas barajado la posibilidad de convertirte en experto en algún tema concreto, bien para mejorar tu situación laboral o, simplemente, para realizarte más. En el caso encontrar un trabajo mejor, los beneficios son obvios. Imagina que eres reclutador para una empresa y tienes delante de ti dos CVs de dos personas con una formación y experiencia similar. Sin embargo, uno de los candidatos tiene un blog personal especializado en tu sector empresarial que, además, tiene 2000 lectores. La elección se hace mucho más fácil, ¿verdad?
Pero, ¿cómo me convierto en experto?
Antes de entrar en materia tendrás que hace un análisis de los conocimientos que ya tienes sobre el tema en el que quieres especializarte. No tiene que ser necesariamente algo relacionado con tu actividad profesional o tu formación: tus hobbies también se pueden convertir en ese nuevo tema en el que quieres hacerte experto. Este fue el caso, por ejemplo, de Elena Santos. Ella creó su blog, chicageek, como hobby. “Me gustaba escribir y me gustaba la tecnología y quería reivindicar la presencia de la mujer en este mundo”, comenta.
Lo más importante es conocer tus carencias para poder mejorar. Independientemente de cual sea el sector en el que vas a posicionarte deberás leer libros relacionados, artículos y usar cualquier recurso con el que puedas aprender. Reflexiona y automotívate para ello.
El segundo paso que deberías a la par que desarrollas nuevos conocimientos, es analizar qué necesidades no están cubiertas, los llamados “nichos de mercado”. Ahí tendrás menos competencia a la hora de forjarte una imagen como experto. No obstante, deberás buscar la forma de diferenciarte del resto de profesionales. No intentes acaparar un rango muy amplio de temas. Céntrate en materias concretas y ordena tu mente y las competencias que has adquirido en el paso anterior.
Una vez hayas decidido cual será tu área y hayas mejorado los conocimientos con los que ya contabas, llega el momento de exponerlos al público. Crear un blog suele ser la opción más seguida por la mayoría de personas. Muchas veces, un punto de inflexión es lo que te lleva a ello. Tal es el caso de Virginia Jiménez: “Decidí poner punto y final a un tipo de vida que no me llenaba y poco a poco, el blog, fue transformándose hacia lo que hoy en día es mi modo de vida”.
En un blog puedes escribir sobre aquello que sabes, dar consejos, hacer reflexiones, contar tu historia personal… En ocasiones, empresas como Infoempleo e IMF Business School deciden unirse para premiar a aquellas personas que deciden dedicar parte de su tiempo a escribir un blog. Para ello han creado los #PremiosBlogs2017. Tú puedes votar a aquellos espacios que más te gusten y ganar 50€. Y quién sabe, el año que viene puedes ser tu uno o una de las seleccionadas.
Sin embargo, para conseguir desarrollar una mejor reputación online también deberás también hacer contactos e intentar colaborar escribiendo para otros blogs, medios de comunicación locales y regionales, hacer vídeos donde expongas tus conocimientos de una forma audiovisual, etc. Acude a charlas y postúlate para dar algunas relacionadas con tu área. ¿Y si te planteas (a largo plazo) escribir un libro? Poco a poco irás forjando tu reputación dentro del sector y empezarás a hacerte un hueco como experto o experta.
Es importante que aprendas a manejar las redes sociales si no sabes hacerlo ya. Es ahí donde debes volcar todo aquello que haces para que llegue al mayor número de personas posible. Pon especial cuidado en el uso que haces de ellas porque ciertos fallos pueden poner en peligro tu reputación online.
Trabaja duro y sé constante si quieres conseguir posicionarte como experto en un tema. Y cuando lo consigas, no te acomodes. Sigue aprendiendo, sigue formándote y adquiriendo nuevos conocimientos. No se puede vivir eternamente de las rentas.