Las vacaciones son ese momento tan esperado del año en el que por fin podemos descansar, desconectarnos del trabajo y recargar energías. Pero para poder disfrutar realmente de ese descanso, es clave organizarte en el trabajo antes de salir. Nadie quiere estar en la playa respondiendo correos o pensando en lo que quedó pendiente. La buena noticia es que con un poco de planificación y comunicación, es totalmente posible irse de vacaciones con la tranquilidad de que todo está bajo control. En este artículo te compartimos consejos prácticos y fáciles de aplicar para lograrlo.
Planea tus vacaciones con tiempo
Parece obvio, pero muchas veces dejamos la organización para el último momento. Lo ideal es avisar con tiempo sobre cuándo te vas a tomar vacaciones, para que tu equipo, jefes o clientes puedan prever tu ausencia. Si puedes, hazlo con al menos un mes de anticipación.
Esto te va a permitir organizarte en el trabajo: ordenar tu agenda, preparar entregas con margen y dejar instrucciones claras. También te dará margen para adelantar tareas, dejar todo listo y evitar prisas de último momento.
Haz una lista de tareas pendientes
Dedica un rato a revisar qué tienes en marcha. Anota todas las tareas abiertas, entregas próximas, reuniones importantes o temas que necesiten seguimiento. Esto te ayudará a tener una visión clara de lo que hay que cerrar, delegar o dejar encaminado.
Este paso es clave para tener una visión clara de tus prioridades y actuar en consecuencia.
Delegar también es parte del trabajo
Delegar no significa desentenderse, sino confiar en los demás y asegurar la continuidad del trabajo. Si trabajas con otras personas, habla con tu equipo o compañeros para ver quién puede encargarse de ciertos temas durante tu ausencia. Explica bien el contexto, deja instrucciones claras y facilita el acceso a documentos o herramientas.
Deja todo lo más ordenado posible
Cuanto más capaz seas de organizarte en el trabajo, menos posibilidades habrá de que te contacten durante tus vacaciones. Estas son algunas acciones simples, pero que pueden resultar muy efectivas:
- Entrega lo pendiente antes de salir.
- Ordena tus documentos y archivos en carpetas compartidas o plataformas en la nube.
- Programa una respuesta automática en tu correo informando tu ausencia y quién está a cargo en tu lugar.
- Actualiza las herramientas de gestión de tareas para que el resto del equipo sepa el estado de cada proyecto.
Informa a tus contactos externos
Si tienes relación con clientes, proveedores o colaboradores externos, avísales también. Infórmales detalladamente de cuánto tiempo estarás fuera, y a quién pueden acudir si necesitan algo urgente.
Un correo sencillo, unos días antes, es suficiente para mantener la comunicación fluida y profesional. Por ejemplo: “Hola, te aviso que estaré de vacaciones del [fecha] al [fecha]. En caso de que necesites algo urgente, puedes contactar a [nombre y contacto]. Muchas gracias.”
No empieces proyectos nuevos justo antes de irte
Si te quedan pocos días antes de las vacaciones, es mejor evitar iniciar proyectos nuevos o asumir compromisos que no vas a poder seguir de cerca. En lugar de eso, enfócate en cerrar temas pendientes o dejar avanzadas tareas importantes.
Esto evitará que se acumulen cosas que no podrás seguir de cerca, y te permitirá irte con la mente más despejada.
Desconecta de verdad
Una vez que hayas hecho todo lo necesario para organizarte en el trabajo antes de las vacaciones, toca desconectar. Silencia las notificaciones del móvil, evita revisar el correo profesional y regálate un descanso sin interrupciones.
Recuerda que descansar también es parte del trabajo. Volverás con más energía, motivación y claridad para seguir rindiendo bien.
Planifica un regreso tranquilo
Si puedes, evita agendar reuniones importantes el primer día de regreso. Date un pequeño margen para revisar tus correos, ponerte al día con tu equipo y retomar el ritmo. Ese “aterrizaje suave” puede hacer la diferencia entre volver estresado o volver con entusiasmo.
Y recuerda que irse de vacaciones sin estrés no es un lujo, es una necesidad. Un buen descanso mejora la productividad, la creatividad y la salud mental. Pero para poder disfrutarlo sin culpas ni preocupaciones, hay que prepararse. Con planificación, comunicación y orden, es posible dejar el trabajo en pausa por unos días… y volver renovado. ¡Qué pases unas estupendas vacaciones! 😉
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