Entre las estrategias clave que puedes seguir para obtener financiación para tu startup destacan el bootstrapping o uso del capital propio, la venta de acciones o la adquisición de deuda. Según la fase de emprendimiento en la que te encuentres necesitarás una u otra. Las más habituales son la búsqueda de inversores ángeles (business angels), la participación en programas de aceleración, la obtención de préstamos y subvenciones, la creación de crowdfunding y el uso de fondos de capital riesgo. Cada uno presenta ventajas y desafíos.
La importancia de la financiación para tu startup
Antes de lanzarte a la búsqueda de financiación para tu startup, detente un segundo a analizar qué tipo de capital tienes que buscar. Existen numerosas modalidades a las que acudir para conseguir arrancar tu proyecto, pero las básicas son las siguientes:
- Bootstrapping: usa el propio capital de los fundadores y el generado por el negocio. Levantar capital no es un fin sino un medio para alcanzar tu objetivo. La mayor ventaja de esta opción es que tendrás el 100% de la compañía y podrás actuar con libertad.
- Equity o acciones: se trata de obtener el capital mediante la venta de acciones a inversores.
- Deuda: la idea es simple y tradicional. Recibes un capital y te comprometes a devolver el importe, normalmente con intereses. El inversor puede ser un banco, un perfil privado o empresas de crédito.
En cualquier caso, es importante que planifiques tu negocio, diseñando la hoja de ruta y un buen plan de empresa. También es fundamental conocer las características que van a atraer a tus inversores para poder prepararte ante este desafío.
Estrategias y fuentes de inversión
Recuerda que, aunque buscar financiación es lógico y habitual para emprendedores en el arranque de sus proyectos, también puedes necesitar conseguir financiación para ampliar la empresa, intensificar la presencia internacional o potenciar el crecimiento exponencial. Por todo ello, sigue estos consejos financieros para elegir la estrategia y fuente de inversión que necesites en cada momento:
- Búsqueda de inversores ángeles: cuando los inversores entran en un estadio inicial de la startup y su figura aporta un valor adicional, se les considera business angels o ángeles del negocio.
- Participación en programas de aceleración: las incubadoras y planes asociados aportan tanto capital como orientación. Son una excelente idea si estás en el comienzo y necesitas un mentor.
- Obtención de préstamos y subvenciones: utilizar la deuda está recomendado si necesitas menos de 50.000 euros, que es la cantidad promedio que se puede garantizar. También si necesitas el capital rápidamente o para una compra concreta y material ágil.
- Creación de crowdfunding: Ten en cuenta este camino alternativo, si la triple F no ha alcanzado tus objetivos abre la búsqueda (FFF corresponde a family, friends y fools). El micromecenazgo sigue creciendo. Cada vez existen más plataformas para apoyar al emprendimiento. Podrás publicar y promocionar tu proyecto durante un plazo máximo de 120 días.
Si tu proyecto o pyme ha conseguido atraer a clientes recurrente de pago y las métricas son positivas, es el momento de centrarse en las acciones de crecimiento. De esta manera, podrás incrementar el número de consumidores y, en consecuencia, los ingresos para alcanzar el break even point (punto en el que se empiezan a obtener beneficios).
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