Unos 100.000 españoles viajarán este verano a otros países para aprender un idioma, de acuerdo con los datos facilitados por la Asociación Española de Promotores de Cursos en el Extranjero (Aseproce). Y es que estudiar idiomas en el extranjero es una posibilidad que actualmente mucha gente está considerando por sus grandes beneficios a nivel personal, su rapidez en el aprendizaje y su efectividad. «La ventaja de la inmersión lingüística en el extranjero es precisamente el poder estar en contacto con el idioma las 24 horas del día y no únicamente en el aula; en ese sentido 15 días de inmersión rinden mucho más que varios meses de aprendizaje intensivo en una academia local», explica el director general de EF Education First en España, Eduardo Rubio.

Además, añade, «la estancia en el extranjero permite practicar el idioma mientras se realizan actividades de la vida diaria, que siempre es mucho más enriquecedor que aprender únicamente en una academia local en España».

Asimismo, la fundadora de la empresa de programas en el extranjero Sabática, Meritxell Morera, señala que «aunque uno sea principiante,  una estancia de un mes en el extranjero puede ayudar a soltarte, perder el miedo y obligar a uno a defenderse en otro idioma, ya que para cualquier cosa -comer, dormir…- deberás hablar ese idioma. Lo más importante es que cuando viajas y sales al extranjero es cuando te queda claro que hablar idiomas es más que recomendable».

Aprovechar las vacaciones

Así, jóvenes y no tan jóvenes aprovechan sus vacaciones cada año para perfeccionar los idiomas, subvencionando los gastos del viaje con trabajos poco cualificados. Según los datos de Aseproce, este año el 92% de las personas viajarán a Reino Unido, Irlanda, Estados Unidos, Canadá y Malta, si bien apuntan un ligero aumento de destinos de habla alemana y francesa, que puede tener su explicación en las ofertas de trabajo que provienen de estos países.

Así se explica que el idioma preferente de los españoles sea el inglés, seguido del francés, alemán e italiano. Por otro lado, el chino está cobrando cada año más importancia. Sobre el perfil de la gente que decide irse en verano, los niños y adolescentes representan más del 70% del total, y el resto son jóvenes, estudiantes universitarios o con otro tipo de estudios, además de titulados recientes, ejecutivos y profesionales de distintas especialidades. Asimismo, también hay un pequeño grupo, que no llega al 1%, constituido por los mayores de 50 años y por las familias que viajan juntas.

Según Meritxell Morera, en el caso de Sabática las personas que suelen solicitar los programas se podrían dividir en tres grupos: «Alrededor de un 50% de los solicitantes son personas en activo de 25 a 35 años, que necesitan un paréntesis; un 25% son estudiantes que quieren hacer prácticas e invertir las vacaciones estivales, que son más largas, en formación; aquellos que se han quedado en paro, que constituyen entre un 15 y un 20%, y los jubilados o prejubilados, que son un 5%».

En el caso de EF, según explica Eduardo Rubio, “en los últimos años hemos observado un incremento notable en el número de clientes e interesados de más de 25 años, muchos de ellos jóvenes profesionales”. Y es que, añade, «uno de los factores más importantes de este crecimiento es la necesidad cada vez más acuciante de aumentar la empleabilidad de los españoles en un mercado laboral que está cada vez más globalizado».

El dominar uno o varios idiomas extranjeros es hoy en día un elemento diferenciador cada vez más  demandado en España y que, además, te abre las puertas a otros mercados laborales que actualmente ofrecen nuevas oportunidades para jóvenes profesionales.

Aprender un idioma: asignatura pendiente

Según el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), el 63,1% de los  españoles no sabe ni hablar ni escribir inglés. Asimismo, indica que el 23% de los encuestados es capaz de hablar y escribir en inglés, un porcentaje superior al nivel de dominio de otros idiomas como es el caso del francés, lengua extranjera sobre la que solo el 8,8% de los encuestados asegura dominar, o el alemán, con el 1,5%.

Lenguas como el italiano registran porcentajes inferiores, situándose en el 1,4% de los encuestados, al igual que en el caso del portugués que solo lo dominan el 1,2% de la muestra. Además, el informe del CIS señala que uno de cada cuatro encuestados se ha sentido perjudicado en algún momento de su vida laboral o profesional por no conocer bien un idioma extranjero.

Y es que estudiar en el extranjero es una inversión, y más hoy en día, que  saber idiomas se ha convertido casi en una obligación para solicitar un buen trabajo. Según explica Meritxell Morera, «desde 2009 venimos observando algunos cambios: debido a la situación económica de España, hemos visto un incremento de gente que busca programas remunerados en el extranjero, adquirir experiencia para ser más competitivos, o simplemente, que ha decidido hacer un descanso para aprender definitivamente un idioma que le ayude a destacar en el mercado laboral».

Así lo considera Eduardo Rubio, que subraya que «la inversión en formación es hoy en día una inversión muy rentable y necesaria », En un mercado laboral tan competitivo, es muy importante destacar. Asimismo, añade Rubio, «el contar con el dominio de idiomas y con una experiencia en el extranjero demuestra disciplina,  iniciativa y capacidad de adaptación a nuevos entornos y culturas, y todas estas son cualidades muy importantes para las empresas en sus procesos de selección, no solo externos, sino también en procesos de promoción interna».

Motivos para viajar fuera de España

Finalmente, la encuesta refleja que un tercio de los españoles asegura que nunca ha viajado a un país extranjero y que el 56,7% que sí ha  viajado fuera de España afirma que lo hace cada más de dos años; el 18,5%, una vez al año; el 13,2%, más de una vez al año, y el 11% una vez cada dos años. En el 76,8% de los casos, los viajes son por turismo, mientras que el 14% indica que realiza los viajes por motivos laborales.

En relación a los desplazamientos fuera de España, el 43% de los españoles opina que trasladarse a un país extranjero tiene inconvenientes por la familia y los amigos, y el 40% cree que tiene ventajas, como aprender un idioma y  conocer nuevas costumbres.

Aprender idiomas facilita conseguir un empleo

Efectivamente, el conocimiento de idiomas va unido a la facilidad para acceder al mercado laboral. La apertura y globalización de los mercados exige cada vez más el conocimiento de un segundo idioma para acceder a un puesto de trabajo. En concreto, un 75% de las actuales ofertas de trabajo  para altos cargos exigen como requisito indispensable el conocimiento de una segunda lengua. Según un informe de Randstad, hablar inglés incrementa en un 44% la posibilidad de encontrar un empleo.

Sin embargo, estas cifras no se corresponden con la realidad de la sociedad, ya que España es el cuarto país de la Unión Europea en el que menos adultos hablan idiomas, según datos del Eurostat. En concreto, los únicos países que superan a España en el desconocimiento de otros idiomas son Rumanía y Hungría, con un 75% cada una, y Portugal, con un 51%.