Durante la pandemia se han sucedido los ERTE y los despidos. En muchos casos ha sido inevitable el cierre de negocios, especialmente en sectores muy castigados, como el turismo y la hostelería, o el de servicios en general. Todo ello ha provocado que la cifra de parados sobrepase en más del 20% a la del año pasado, según los últimos datos publicados por el SEPE. Perder el trabajo en esta época de crisis supone una dificultad añadida. Te ofrecemos algunos consejos para hacer frente a un despido de la mejor manera posible.
Aprovechar el crecimiento de la formación on line
La formación on line ya estaba muy desarrollada antes de la pandemia. Pero el confinamiento y las medidas de restricción han hecho que emerjan cantidad de actividades formativas más. Se ha hecho un esfuerzo para traspasar toda la parte práctica y presencial de las clases a una modalidad en línea. Es evidente que en ciertos aspectos se han perdido cualidades pedagógicas, pero en otros, se han mejorado las formas de transmisión de conocimiento a través de las tecnologías.
El número de personas que ahora constituyen el alumnado es mucho mayor al no tener que estar definido por un espacio físico. Aunque, evidentemente, la atención no puede ser tan individualizada como de manera presencial. Pero no estamos dirimiendo qué modalidad es mejor. La consecuencia de este aumento está siendo el abaratamiento de los costes en formación, la accesibilidad y flexibilidad horaria. Y estas son circunstancia de las que te puedes beneficiar en tu situación. Si perteneces a uno de los sectores más afectados por la crisis, quizá puedas plantearte un cambio de rumbo. En este caso, adquirir nuevos conocimientos es fundamental para fortalecer ese giro. También para buscar otras oportunidades dentro de tu área, nichos que no hayan sido tan castigados por la pandemia.
Elaborar un plan de acción frente al despido
Determinar un plan de acción que te guíe con una serie de pasos definidos va a aportarte un gran beneficio porque vas a ser capaz de conseguir mejores resultados que si no lo hicieras. Pero no solo eso, hacerlo también te proporcionará la sensación de que retomas en cierto modo el control de una situación que te ha sobrevenido. Lo más probable es que no hubieras generado estrategias para afrontarla; nadie las teníamos, ha habido que ir adaptándose en tiempo récord.
Te proponemos una guía para combatir el despido en tres fases, que puedes ir adaptando, añadiendo puntos o redefiniendo algunos en función de tus circunstancias e intereses.
1. ¿Cuál va a ser tu sustento?
Evidentemente, este es un punto fundamental. Así pues la primera fase puede consistir en activar tu faceta más administrativa y revisar papeleo y ayudas. Primero, comprobando los últimos coletazos de tu relación con la empresa: finiquito, liquidación y causas de despido. Después, toca el turno a las ayudas y subvenciones, desde informarte sobre el paro que te corresponde hasta solicitar, si posible, las protecciones que se han activado como consecuencia de la COVID-19. Algunas de las más nombradas son el ingreso mínimo vital, la ampliación de la protección por desempleo o la protección a personas en situación de vulnerabilidad. También pueden haberse activado otras asistencias desde comunidades autónomas y localidades.
2. ¿Qué puedes ofrecer como profesional?
Toca hacer una reflexión para orientar tu búsqueda de empleo y reflejarla en tu perfil. Piensa en los beneficios de crear una marca personal y, en cualquier caso, pon al día tu candidatura. Repasa toda tu vida profesional y extrae lo más significativo y que creas que habla de tu forma de hacer las cosas, no solo de tu profesión. Con esta información, elabora tu CV.
3. Mueve tu candidatura
Retoma contactos que creas que te pueden conectar con oportunidades de trabajo e incluye tu CV en varios portales de empleo, en Infoempleo tenemos más de 10.000 ofertas a tu disposición. Actualiza tu perfil en las redes sociales, especialmente las orientadas al mundo laboral, y repasa las webs y perfiles sociales de las empresas que te interesan. También ampliarás tu red en actividades formativas y en encuentros de profesionales.
Si consigues dividir estas tres fases en pequeñas tareas que vayas cumpliendo día a día, siempre tendrás una ocupación, lo que probablemente apaciguará tu angustia. Poco a poco irás viendo los frutos y estarás aumentando exponencialmente las posibilidades de encontrar un empleo acorde a tus necesidades en menos tiempo de lo que esperas.
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