Hay tareas para las que los humanos estamos más preparados que las máquinas. Esta afirmación era muy clara hace no demasiados años; sin embargo, el desarrollo tecnológico está desdibujando cada vez más las fronteras sobre lo que es capaz de hacer una máquina. Ahora bien, forzar el avance puede tener consecuencias fatales. El atropello de un coche automático de Uber a una peatona a la que ha causado la muerte se ha convertido en un triste ejemplo paradigmático.

En este accidente hay una cualidad humana muy difícil de imitar para una máquina: la improvisación. Este tipo de factores son los que dan valor al talento humano.

Predicciones sobre la destrucción de empleo y sus consecuencias

Vivek Wadhwa, autor de The Driver in the Driverless Car, había predicho que a principios de 2020 cerca de 5 millones de empleos se perderían cuando los vehículos automáticos tuvieran plena autonomía. El accidente del coche de Uber cambia por completo esta predicción.

Es posible que en 2020 un conductor humano pueda provocar más accidentes que uno automático; sin embargo, ¿cuántos accidentes estamos dispuestos a asumir a manos de un robot? Este dilema plantea numerosos debates de tipo moral y legislativo que probablemente requieran bastante más de dos años para ser resueltos y no necesariamente en favor de la máquina.

Robots sustituyen al ser humano

Con respecto a la cantidad de puestos de trabajo que se perderán debido a que ciertas tareas las realizarán máquinas, en un informe del pasado año, la firma McKensey & Company afirma que el 50% del empleo remunerado podría ser automatizado solo con aplicar tecnología que ya existe. La fecha en la que esto sucedería sería en 2055; sin embargo, podría verse adelantada en 20 años dependiendo de varios factores, como el coste del software y el hardware en relación con la contratación de un humano.

En cualquier caso, está claro que el número de puestos de trabajo se verá reducido sensiblemente. Otras predicciones indican que será a un ritmo 3,5 veces superior al empleo que se genere. Esto puede tener consecuencias desastrosas sobre la población desempleada. De hecho, ya se están planteando medidas como la renta básica universal o gravar con impuestos toda esa maquinaria que no tributa como sí lo hacen los trabajadores.

Qué tipo de trabajos están destinados a ser sustituidos por las máquinas

El tipo de tareas que están destinadas a ser sustituidas son las que incluyen trabajo físico predecible y procesamiento y recolección de datos, tal como ha señalado Michael Chui, uno de los miembros que redactó en informe McKensey. También son susceptibles de reemplazo las tareas que implican un alto riesgo.

Cuando se dice que una máquina puede sustituir a un ser humano, el término sustituir se emplea en un sentido demasiado literal. Una máquina no hace exactamente la labor de un trabajador, sino que más bien optimiza algunas de sus funciones. Por desgracia, la consecuencia termina siendo la destrucción masiva de empleo. Estos son algunos ejemplos que ya se han convertido en realidad:

  • Médicos virtuales que diagnostican con un alto índice de acierto.
  • Almacenes automatizados que se mantienen con muchos menos operarios.
  • Restaurantes y cadenas de comida rápida que emplean robots para elaborar los platos.
  • Maquinaria agraria capaz de seleccionar y recolectar incluso frutos delicados como las fresas.
  • Asesoramiento casi instantáneo en operaciones bursátiles.
  • Robots que colocan ladrillos más rápido y con mayor precisión que un albañil.

Hace tiempo que se han integrado en nuestro entorno cajas de pago automáticas, buscadores de viajes o compra de billetes on line, pedidos a través de una aplicación en los restaurantes, voces automáticas para servicios de telefonía o cajeros automáticos que incluyen cada vez mayor número de funciones. Es cuestión de tiempo, asimilación por parte de los consumidores y abaratamiento de costes que se extienda todavía más su uso.

Tal como señalan algunos expertos, cualquier empleo simple en el que no se realicen tareas heterogéneas está en riesgo.

Empleos que se salvan de la extinción

Los trabajos que requieran habilidades difíciles de imitar para una máquina se resistirán a desaparecer. Estas son algunas tareas en las que todavía seguimos siendo más eficaces:

  • Liderazgo.
  • Trabajo en equipo.
  • Interacción social.
  • Empatía.
  • Creatividad.
  • Iniciativa.
  • Capacidad de improvisación.