Las cestas de Navidad son una de las retribuciones en especie mejor valoradas por empresas y empleados. El año pasado se vieron comprometidas por la pandemia y este año por la crisis de suministros. Es importante señalar el empleo que genera en torno al manipulado y reparto de las cestas. Este año la cesta de Navidad reforzará el vínculo entre la organización y la plantilla, tan sensible con el teletrabajo.

Cestas de Navidad como retribución flexible

Según el Informe Infoempleo Adecco 2020, las cestas navideñas son una de las opciones de retribución en especie o flexible más valoradas. Un 61,7% de las empresas encuestadas ofrecen algún tipo de retribución flexible a sus empleados/as (siete puntos y medio menos que en 2019). Los cinco productos o servicios más habituales que ofrecen las empresas son: cesta de Navidad, formación externa, dietas y desplazamientos, coche de empresa y seguro médico privado. El 14, 46% de los empleados consideran la cesta de Navidad como la retribución flexible más valorada y un 32,94% de las empresas la ofrecen cada año.

Este año, las empresas han adelantado los pedidos de sus cestas navideñas para prevenir el desabastecimiento. Este es ya es una realidad en EEUU o en Reino Unido. Se pretende mantener los precios de los lotes. Este contexto está suponiendo un encarecimiento de la energía en el sector de la logística y el transporte que puede tener un impacto negativo en la producción de las cestas, así como en la entrega de las mismas. Los productos más demandados son turrón, pastas artesanas, mantecados, hojaldres y bombones, así como bebidas alcohólicas como el whisky escocés, cava, vino y ginebra. También estarán muy presentes las latas de conservas como espárragos, confituras y tarros de almíbar.

Cestas de Navidad como retribución flexible

La cesta como generadora de empleo

Con la instauración del teletrabajo o el modelo híbrido, la mayoría de trabajadores recibirán las cestas a domicilio con el fin de minimizar la exposición al virus. El incremento de estas retribuciones en especie respecto al año anterior supone también la generación de empleo asociado, tanto en el reparto como en la producción de las cestas.

Las empresas que se dedican a la logística de las cestas, trabajan a destajo durante estos tres meses de campaña. Pero la producción de los lotes implica la creación de puestos de trabajo durante todo el año, desde la fotografía para los catálogos, hasta la selección de nuevos productos cada temporada. Imprescindible también el perfil que, en la cadena de producción, selecciona el contenido de la cesta, los must de cada año, y los coloca con creatividad y habilidad, para que al abrirla produzca buena impresión, ilusione y todos los elementos queden a la vista.

Esta especie de aguinaldo que contiene dulces navideños, embutidos y bebidas alcohólicas es una tradición. Comenzó a verse en España hacia finales del siglo XIX. Que la empresa te regale una cesta navideña sube la moral. Esta comunicación de seguridad y certidumbre es especialmente relevante en el contexto pandémico con tantos ERTE, despidos y situaciones de empleo precarias e inestables.