La carta de motivación no es exactamente una carta de presentación, aunque cumplen una función parecida. El objetivo de ambas es animar a los empleadores a que te contraten. La forma de hacerlo es lo que varía. La carta de motivación tiene poca tradición en el mundo laboral español, pero cada vez está cobrando mayor importancia por sus ventajas. ¿Quieres saber cuáles son y qué hay que tener en cuenta a la hora de redactarla y difundirla?
La principal ventaja es que el tono que se emplea es mucho más comercial e ingenioso. El mensaje llega mejor al receptor lo anima a mantener la atención y a “comprar” lo que cuentas en ella.
Para qué y dónde incluir la carta de motivación
Lo que puede animarte a elegir una carta de motivación en lugar de una carta de presentación es que la empresa dé una imagen dinámica y actual. Observa bien cómo se dirigen a los clientes en sus comunicaciones corporativas, en los textos de su web, por ejemplo. Si notas un tono cercano y desenfadado, lo más seguro es que una carta de motivación les llegue más que una de presentación.
También es muy conveniente emplearla en tus perfiles digitales. Por ejemplo, puedes adjuntarla a tu perfil de Infoempleo y ganar así una mayor visibilidad. Recuerda emplear palabras clave para mejorar tu posicionamiento.
Estructura de una carta de motivación
La primera impresión debe ser la de sencillez y orden. Separa bien los párrafos y trata de que sean cortos.
- Presentación. Tras el saludo inicial, di tu nombre y añade una presentación breve pero descriptiva. Que te defina como profesional en una sola frase.
- Contenido principal. En este apartado habla de tu formación y experiencia, haciendo hincapié en lo que consideres más importante. Por lo general, un perfil junior destacará la formación y uno senior, la experiencia. Resume alguna cualidad personal muy positiva que te defina. No repitas lo que se dice en el CV.
- Despedida y cierre. Es importante guardar las formas y despedirse. Lo ideal es animar al empleador a concertar una entrevista para ampliar toda la información que considere conveniente. Después añades un saludo.
- Otras secciones. Es preciso que incluyas tus datos y los de la empresa, los dos irán en la parte superior. La fecha se colocará debajo, a la izquierda. Y, debajo de la fecha, puede aparecer el nombre del puesto solicitado. Ahora sí, puedes empezar con el saludo inicial y el cuerpo de la carta. No te olvides de firmarla.
Cuestión de estilo, ¿cómo redactar una carta de motivación?
Uno de los aspectos centrales es que refleje tu manera de ser o, mejor dicho, los rasgos positivos de tu personalidad que crees que los demás ven en ti. Es muy importante que esté fundamentada en la realidad y no en una postura inventada que nada tiene que ver contigo. La sinceridad se traslucirá y esto aportará confianza.
Ante todo que sea muy sencilla. No emplees términos o expresiones rimbombantes. Lo fundamental es que el mensaje llegue. Para eso, haz varias versiones de la carta y quédate con la más simple y depurada. Evita formas impersonales y voces en pasiva. También conviene elidir las frases demasiado descolocadas o con hipérbaton.
Más arriba hemos comentado que se trata de un texto comercial, no simplemente de presentación. Esto significa que debes emplear un tono motivador, no uno frío y sistemático. Las comparaciones ingeniosas suelen ser un gancho muy atractivo y pueden aportar un toque de humor; aunque siempre hay que medir el tono y la idoneidad de hacer comprensible la comparación.
No te olvides de revisar con mucho cuidado la ortografía. Lo mejor es que alguien en quien confíes en este tipo de temas, te la lea. Cuatro ojos ven mucho más que dos.
Un dilema, ¿trato de tú o de usted?
Va a depender del tipo de empresa y para ello tendrás que hacer una pequeña investigación. ¿Cómo tratan a sus clientes? De nuevo, indaga en los textos de su web o en la información que publiquen. Si vas un poco más allá, puedes hacer una llamada para comprobar cómo atienden al público. En función de los datos que hayas recopilado, adapta el tono de tu carta de motivación.