El paro entre los menores de 25 años se redujo en un 38,5% respecto al mes de febrero del año pasado. Según los datos de paro registrado que ofrecen cada mes las Oficinas del Servicios Público de Empleo, la tasa de desempleo para los trabajadores más jóvenes ha experimentado durante el mes de febrero la mayor bajada desde el año 2015. En total, se ha producido una bajada interanual del 22,38% del paro en esta franja de edad.

Los desempleados menores de 25 años bajan en más de 140.000

El empleo sigue su senda de recuperación en este comienzo de año, donde destaca el aumento en la contratación indefinida impulsada por la reforma laboral, ya en marcha. El número de contratos indefinidos que se firmaron en febrero son un 139,25% más que en febrero del 2021, cuando la tercera ola de la pandemia remitía.

Uno de los datos más llamativos es el de los menores de 25 años, con número de parados que llegaba en 2021 hasta los 366.403 personas, contabiliza el segundo mes de este año 140.923 desempleados menores de 25 años menos.

¿Afectará al paro la guerra de Ucrania?

El inesperado ataque de Rusia sobre Ucrania y el previsible aumento de precios puede provocar, como consecuencia, una ralentización de la mejoría de los datos del empleo.

Gobierno, patronal y sindicatos se sentaron la semana pasada a negociar un plan que permita afrontar el impacto de la guerra en Ucrania. Las consecuencias de esta nueva crisis se solapan sobre una inflación que alcanzaba máximos nunca vistos en este siglo, de un 7,4%. El presidente del gobierno llamó a los agentes sociales a acordar un pacto de rentas para repartir el impacto sobre los precios que previsiblemente tendrá el conflicto armado. ¿Qué pasará con los salarios?

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Una estrategia coyuntural que incluye un pacto de rentas

El Plan Nacional de Respuesta al Impacto de la Guerra es como se ha denominado la estrategia dirigida a amortiguar el golpe sobre los precios. Se fundamentará en tres pilares:

  • Atender a los sectores más afectados por esta crisis, como el turístico por la menor llegada de turistas rusos o de los cereales, ya que Ucrania es la proveedora del 70% del maíz que se utiliza para alimentar al ganado.
  • Por otro lado, acelerar la transición energética, de manera que reduzca la dependencia de fuentes de energía que no sean propias.
  • Y por último reforzar los mecanismos de resiliencia de la economía.

La propuesta incluye una subida salarial escalonada

El pacto de rentas que plantea Sánchez se ha ido definiendo según pasaban los días. Pide que los agentes sociales lleguen a un acuerdo en cuanto a la limitación en la subida de salarios, asunto que ya estaba siendo reflexionado con anterioridad, pero también en respecto a los márgenes y beneficios empresariales.

Tanto sindicatos como patronal han iniciado la negociación para este pacto salarial, teniendo en cuenta la guerra y la ralentización de la economía que supondrá. Pese a que los sindicatos tienen claro que las consecuencias de la guerra no deben pagarla únicamente los trabajadores, limitando su poder adquisitivo, están abiertos a que la subida de salarios no se produzca por completo durante el año 2022, si no que se reparta en los próximos tres años. Apelan también a la recuperación de las cláusulas de revisión salarial, algo a lo que no se había recurrido en años anteriores debido a la estabilidad de los precios.

Las empresas deben contribuir con la limitación de los márgenes de beneficios

Además de ser flexibles sobre los plazos para la subida salarial creen que las empresas deberían ser parte de la solución asumiendo un aumento del Impuesto de Sociedades o limitando los márgenes de beneficios. Pero también las acciones encaminadas a reducir la factura energética acompañada de ayudas a quienes más se verán afectados por este nuevo trance.

Los empresarios, por su parte, no creen que vincular la subida de salarios al IPC pueda ser una salida a la crisis inflacionista. Todo lo contrario, creen que la agravaría. Las pequeñas y medianas empresas no se han recuperado lo suficiente de la crisis del Covid como para enfrentar una subida salarial que mitigue la inflación que viene.

Estas reflexiones se producen en el marco del AENC (Acuerdo de Negociación Colectiva y para el Empleo), en la que ya se encuentran inmersos sindicatos y patronal en estos días.