Sentirse identificado con una historia o con un personaje porque se parece bastante a tu día a día te facilitará las cosas para mejorar tu nivel de inglés. Un contexto común donde aprendes cómo se utiliza tu jerga profesional en el mundo anglosajón seguro que te resultará más motivador. Busca tu profesión y engánchate a estas series activando la versión original. Con subtítulos sí, pero en inglés.
Para informáticos
Siendo informático no dudamos de que tu nivel de inglés ya es bastante bueno, casi no hay terminología en castellano relacionada con tu actividad. Pero si quieres darle un repaso al argot informático en plan revival de los primeros años del milenio, serás consciente de la brecha tecnológica que se iba abriendo en aquellos años en los que no había ni rastro de wifi, te recomendamos que veas IT crowd. Esta serie británica ambientada en el departamento de informática de una “gran” empresa te permitirá escuchar el mejor acento british londinense mientras lloras de risa.
Hostelería
El mundo de la hostelería también queda representado en la series. Two Broke Girls cuenta el día a día de dos camareras en un antro en Nueva York. Comandas lanzadas con mucha chulería con el que podrás aprender lenguaje, digamos, popular.
Penny, trabaja en el CheeseCake Factory, el local especializado en tartas de queso de The Big Bang Theory. Destila desparpajo y profesionalidad y pone a prueba una infinita paciencia con el trato con clientes difíciles lleno de manías como Sheldon, que sacarían de quicio a cualquiera, menos a una profesional como Penny.
Marketing
El marketing y en general el universo de la oficina de los años cincuenta y sesenta puede verse en la glamourosa serie MadMen. Cuentas, clientes, presentaciones, eslóganes, storytelling. Don Drapper y los habitantes de la avenida Madison, vía neoyorkina de referencia para las agencias, recrean el mundo de la publicidad y los inicios de una de las más importantes agencias publicitarias del mundo, McCann.
Abogados
La ficción recurre una y otra vez al mundo del derecho, la ley en EE. UU. es una fuente inagotable de contenidos audiovisuales. Desde su glorificación como garante de derechos y libertades de los ciudadanos contra gobiernos o empresas hasta los aspectos más canallas. Entre las series que han conseguido consolidar una buena fama se encuentra Better Call Saul. En este spin-off de la famosa serie Breaking Bad se cuenta la historia del abogado con poca formación pero con mucha caradura, gran locuacidad y recursos infinitos que consigue convertirse, gracias a una dudosamente ética red de contactos, en un prestigioso abogado criminalista.
Otra serie donde se ahonda sobre la idea de las cualidades que debe tener un buen abogado es en la solvente Suits. La formación universitaria está sobrevalorada, la astucia, la elegancia y el cuidado de las formas será lo que de forma invariable llevará al tádem protagonista a ganar los casos y mantener el estatus dentro del bufete.
Periodismo
House of Cards muestra la quebradiza relación entre el poder fáctico que poseen los medios de comunicación y el poder que detenta el Gobierno de los EE. UU. Se crean alianzas y se tejen traiciones en un mundo donde reina la ambición. Brillantes interpretaciones que consiguen sembrar la duda sobre cuánto hay de realidad en la ficción. Buenos diálogos para aprender un inglés exquisito como el que habla Obama.
Policías
Para ampliar el abanico de acentos anglo y conjugar con una de las profesiones más representadas en las series, los policías y detectives, os recomendamos el visionado de la norirlandesa The Fall. De nuevo las conexiones e injerencias en contextos criminales del entramado político, la religión y la corrupción.
Médicos
Rozar los límites de la ética y la moral es la propuesta de la serie The Knick. Ambientada en el Nueva York de principios del s. XX. En el hospital Knickerbocker, un equipo de médicos, liderado por el cirujano John W. Thackery, ponen todos sus conocimientos y la capacidad de experimentación directa con sus pacientes al servicio de la investigación médica. Durante sus capítulos se pone en valor la mejora de la calidad de vida y la drástica reducción de la mortalidad gracias a los avances de la medicina y las condiciones en las que trabajaba el personal sanitario por aquel entonces. Podrás adornar tu inglés con jerga científica de inicios del siglo pasado.