En ocasiones nos enfrentamos a algunas situaciones en las que necesitamos dar un pequeño discurso pero nos cuesta más trabajo de la cuenta hacerle frente. Hablamos del discurso en la boda de un amigo, de una exposición de ideas en una reunión de trabajo o de determinas situaciones improvisadas para las que no estamos preparados y que no podemos controlar. A continuación se ofrecen una serie de recomendaciones a seguir si nos enfrentamos a un pequeño discurso.

1. Adecua tu discurso al tiempo del que dispongas. Si tienes poco tiempo para hablar, es mejor que selecciones pocos puntos principales y desarrolles tus ideas sobre ellos. La tentación de mucha gente es tratar de meter muchas ideas en un período de tiempo corto. Si queremos destacar demasiadas ideas en poco tiempo, el interlocutor se perderá.

2. No divagues. Es muy importante no perder la noción del tiempo y ceñirse al que te han pedido que hables sin divagar. Lo mejor es preparar algo que dure menos tiempo del que dispones, ya que al final siempre se termina alargando.

3. Marca los puntos. Si tienes cinco minutos para tu discurso y tienes tres puntos para tratar, puedes utilizar un minuto para la introducción, otro para la conclusión y uno para cada punto a tratar. Además, para mantener a la audiencia atenta puedes ir anunciando los puntos que vas a ir tratando.

4. Habla alto. Habla alto y con claridad para que la gente te entienda bien. Si tienes dudas, pregunta a la audiencia si te escuchan bien. Muestra seguridad y trata de vocalizar lo mejor posible. Te puede venir bien beber un poco de agua antes de empezar a hablar.

5. Muestra algo físico. Si estás hablando sobre algún objeto en concreto, qué mejor que mostrar a la audiencia de lo que estás hablando. Si tienes que hacer entender unas ideas, puedes ayudarte y realizar un pequeño esquema para facilitar la comprensión de quienes te escuchan. Mostrar algo físico reforzará la atención de la audiencia y facilitará la comprensión del mensaje.

6. Hazlo personal. Si estás emocionado o feliz, demuéstralo a la audiencia para conectar con ella. No tengas miedo de demostrar lo que sientes en el momento de dar el discurso.

7. Planifica y ensaya. No importa el tiempo de antelación con el que te avisen de que tienes que dar un discurso. Si alguien te reclama para que hables de manera improvisada, piensa rápidamente en dos o tres ideas clave y desarróllalas. Si tienes tiempo de preparación, puedes practicar delante de tu familia o amigos para que te den su opinión.