Ya sea en puestos de hostelería, comercio, turismo, asesoramiento o venta, trabajar de cara al público requiere de una serie de habilidades imprescindibles. Conocer las necesidades de tus clientes y poder brindarles el mejor servicio en base a ellas te ayudará a saber cómo actuar en todo momento y gestionar la experiencia del cliente de la mejor manera posible. Tanto si estás buscando trabajo en áreas que requieran de trato directo con los clientes, como si ya realizas alguna actividad de atención presencial, estas 5 habilidades te ayudarán a sacarte el mejor partido. ¡Empezamos!

¿Qué se necesita para trabajar de cara al público?

Para empezar, debes tener en cuenta que, en lo que a servicio al cliente se refiere, la actitud lo es todo. Saber comunicarte de manera efectiva, manteniendo en todo momento una actitud abierta, empática y enfocada a la mejora te ayudará más de lo que crees.

Aunque no existe una fórmula específica para conseguir la excelencia en el trabajo de cara al público, sí que cuentas con diversas habilidades que pueden ser primordiales en materia de satisfacción del cliente.

Habilidades interpersonales

La empatía, la asertividad y la escucha activa son las tres piedras angulares de las relaciones interpersonales. La interacción con otras personas se forma en base a la manera que tenemos de explicarnos y de entender a nuestro interlocutor. Es por eso que desarrollar estas habilidades harán que puedas establecer una comunicación efectiva entre el cliente y tú, así como evitar caer en malentendidos o equivocaciones.

Proactividad

No siempre puedes contar con un coordinador que te dé todas las claves para asesorar a los clientes. Si trabajas en un comercio y ves que un cliente está teniendo dificultades para encontrar el producto que busca, no temas preguntarle si necesita ayuda.

Asimismo, atajar situaciones potencialmente conflictivas, como un pedido equivocado o un retraso en las comandas (dos situaciones que se dan muy habitualmente en la hostelería), hará que el cliente se sienta más valorado.

En estos casos o en otros tantos, informarle de la situación y ofrecerle una alternativa son dos opciones que pueden servirte para que la experiencia sea lo más óptima posible.

Sociabilidad

Con esto no nos referimos a que tengas que ser obligatoriamente una persona extrovertida, sino que cuentes con grandes dosis de inteligencia emocional. Saber relacionarte con los demás y prestar atención a sus dudas e inquietudes es una premisa esencial para trabajar de cara al público. Quizá una de las más importantes.

Establecer conexiones positivas con los clientes no solo hará que estos se sientan más escuchados y cómodos, también contribuirá a tu propio bienestar.

Capacidad de trabajo en equipo e individual

Dependiendo del puesto que desempeñes, es posible que en ocasiones debas estar rodeado de un equipo o en completa soledad. Para desempeñarte de la mejor forma posible, es necesario que domines ambas modalidades de trabajo y seas capaz de adaptarte a los requerimientos de cada una.

Confianza

A veces puede que te enfrentes a clientes insatisfechos por alguna mala experiencia con el servicio, y te sea difícil gestionar la situación adecuadamente. En estos casos, no dudes de ti mismo o de tus capacidades. Intenta adoptar una actitud abierta y enfocada a solucionar el problema del cliente de la forma más satisfactoria posible.

Repasar el problema, escuchar las sugerencias del cliente y proponer vías de solución con una actitud confiada y positiva te será de gran utilidad para solventar cualquier situación.