Las tendencias del mercado laboral han cambiado. Una de ellas refiere a la calidad del trabajo. Estrechamente relacionada con los resultados obtenidos y los objetivos cumplidos. Es entonces cuando se habla de excelencia en el trabajo. Conseguirla y aumentarla es cuestión de hábito. Para que este proceso te resulte más fácil, aquí tienes una serie de consejos que te serán muy útiles.
¿A qué nos referimos cuando hablamos de excelencia en el trabajo?
La excelencia en el trabajo es uno de los conceptos que más auge está teniendo en el mercado laboral. Se trata de una combinación de dos componentes principales: una buena preparación y una serie de hábitos relacionados con la ética profesional.
Esto significa que un trabajador excelente deberá contar con la formación adecuada y actualizada en su campo. A la que deberá unir una serie de habilidades blandas, que le permitan aplicarla de forma que consiga los mejores resultados.
Este último punto es fundamental. Y es que, sin una ética profesional y sin estas destrezas personales, no es posible ser un trabajador excelente.
Amplía y mejora tus redes personales y profesionales
Como tantas cosas en la vida, la excelencia en el trabajo también puede aprenderse y mejorarse con un serie de hábitos.
En este sentido, uno de los mejores consejos es rodearse de personas de las que puedas aprender. Estudia tu círculo personal y laboral y céntrate en quienes te aportan perspectivas y formas de actuar que te ayuden a mejorar. Y no dejes nunca de aprender de ellas.
Aléjate de la mediocridad y de personas mediocres que no te aportan nada. Esta es también una de las principales causas por las que una persona es infeliz en el trabajo.
Trabaja la asertividad
La excelencia en el trabajo no significa realizar todas las tareas que te pidan. Este es un error común, no saber distinguir entre cantidad y calidad. Y además conduce a crear un ambiente tóxico en el trabajo.
Un trabajador excelente sabe perfectamente cuáles son sus obligaciones. Y sabe cómo rechazar peticiones abusivas. La asertividad es una de las capacidades más demandadas actualmente y te conviene practicarla. Úsala para desvincularte de tareas que no te corresponden.
Focaliza en la resolución de conflictos
Relacionada con la anterior está la habilidad de resolución de conflictos. Se aplica tanto a problemas relacionados con las tareas a cumplir, como a incidentes con compañeros.
Las personas con esta habilidad conocen perfectamente su trabajo y son imaginativas en la búsqueda de soluciones. Esto evita problemas con los clientes y ahorra tiempo y recursos a las empresas. Además, potencia un buen ambiente e incide positivamente en el trabajo en equipo.
Comparte y organízate
Aunque tus tareas laborales no impliquen trabajar en equipo en sentido estricto, todo negocio es un engranaje. Esto significa que tu trabajo afecta al de los demás.
Para hacer crecer tu excelencia en el trabajo, comparte con tus compañeros las iniciativas que tengas para mejorar. Pero hazlo de modo que no afecte a las obligaciones que tienes que cumplir. Márcate una rutina de trabajo que deje tiempo a imprevistos. E incluye en ella tiempos para compartir tus ideas con tus compañeros. No te olvides de escuchar también lo que tengan que decirte y aprende a transformar en crítica constructiva una crítica negativa.