Los procesos de onboarding o de integración laboral en un nuevo puesto de trabajo no suelen resultar sencillos para nadie. Todos tenemos nuestra propia curva de aprendizaje cuando nos incorporamos a una empresa y, por lo tanto, podemos cometer errores o encontrarnos con diferentes obstáculos en ese proceso de formación inicial. En este artículo, te proponemos algunas claves básicas para adaptarse a un nuevo puesto de trabajo sin mayores dificultades y sobresaltos.
Cómo adaptarse a un nuevo puesto de trabajo y no morir en el intento
La vida se construye a partir de los cambios que van produciéndose en ella. Nada es constante, todo es puro movimiento. Ser conscientes de este axioma nos puede ayudar a afrontar con cierta tranquilidad todos y cada uno de las situaciones cambiantes que tienen lugar en nuestra historia personal. También, por supuesto, en lo que al mundo de las relaciones laborales se refiere.
No obstante, en ocasiones, cuando nos incorporamos a un nuevo proyecto empresarial y asumimos nuevas responsabilidades, solemos también modificar la actitud con la que nos enfrentamos a esta nueva realidad.
A muchas personas, esto le suele llevar en el trabajo a comportamientos que no tienen nada que ver con su forma de ser, sino que responden a estados de estrés y ansiedad elevados; a la creación de falsas expectativas laborales o, simplemente, a un impulso y un deseo de agradar a sus superiores y de encajar en el nuevo ambiente de trabajo.
Sin embargo, existen algunas claves que pueden ayudarnos a transitar con mayor facilidad nuestra adaptación a un nuevo trabajo. Destacamos las siguientes:
- Actuar con cierta prudencia y prestar atención: abrir bien los ojos y los oídos en el día a día para intentar entender lo más rápido posible tu cometido, debería ser uno de tus principales objetivos
- Conocer la empresa y sus valores: pues esto te dará un mayor conocimiento de dónde estás y, sobre todo, qué se espera de ti.
- Ser un auténtico team-player: conseguir una rápida integración en el equipo será fundamental para tu adaptación a la empresa. Tus compañeros deben ser pronto tus mejores aliados.
- Resolver dudas: no dejes de consultar aquellos aspectos que desconozcas sobre tu puesto de trabajo. La empresa valorará tu iniciativa, implicación e interés en tu proceso de aprendizaje.
Desarrollo de habilidades para la gestión del cambio
Al igual que las empresas deben adaptarse una y otra vez a un mundo cambiante, dinámico y lleno de incertidumbre, también los empleados deben hacerlo. Si queremos alcanzar el mejor rendimiento profesional posible, debemos desarrollar ciertas habilidades adaptativas, que nos ayudarán a gestionar los cambios a nivel personal o profesional de la forma más coherente y menos dañina para nuestra salud física y mental.
En ese sentido, entrenar el pensamiento positivo, la resiliencia, la identificación y gestión de las emociones o, más concretamente, la capacidad para marcarnos objetivos claros, concisos y alcanzables, son algunas habilidades que nos ayudarán a gestionar cualquier momento de zozobra o cambio en nuestras vidas, como acceder a un nuevo trabajo. Por supuesto, una alimentación saludable y disfrutar de momentos de ocio y de actividad física, ayudarán a nuestro organismo a mantener un equilibrio en aquellos momentos de incertidumbre que podamos vivir.