Una de las principales novedades que impulsó la Reforma Laboral del año 2022, fue la importancia que se le dio al contrato fijo discontinuo, que vino a reemplazar otros tipos de contrataciones existentes hasta la fecha. No obstante, este es un tipo de contrato que ya estaba siendo muy utilizado en el mercado laboral español, sobre todo en sectores con un alto nivel de estacionalidad. En este artículo, conoceremos mejor sus características.
El contrato fijo discontinuo: en qué consiste
Uno de los principales objetivos del legislador al poner en marcha los últimos cambios en la normativa concerniente al mercado laboral, fue el de intentar paliar las altas tasas de temporalidad existentes en el mismo. Y uno de los cambios fue el de dar mayor impulso al contrato fijo discontinuo, en detrimento de otros contratos temporales como el de obra y servicio, que existían hasta la fecha.
El contrato fijo discontinuo es una modalidad de contratación indefinida creada para afrontar servicios de estacionalidad en las empresas. Además, la cobertura de derechos que impulsa lo equipara prácticamente a una contratación de forma continua, sobre todo en temas de antigüedad y estabilidad en el empleo.
Sus dos principales características y, por tanto, los dos derechos laborales que asegura, son:
- Estabilidad frente a la estacionalidad y temporalidad del trabajo: ya que, aunque está pensado para atender servicios estacionales en las empresas a lo largo del año, es un contrato de carácter indefinido y sin fecha de finalización, lo que ofrece estabilidad y seguridad al empleado.
- Derecho a prestación por desempleo: en aquellos períodos de parón por no estacionalidad, el trabajador finaliza su servicio en la empresa y tiene derecho a solicitar la prestación por desempleo e incluso a trabajar para otras empresas antes de volver a incorporarse en el puesto de trabajo.
Ventajas de este tipo de contrato para las empresas
Dos años después de su implantación, las tasas de temporalidad en España son todavía elevadas pero se han reducido considerablemente. En este sentido, el contrato fijo discontinuo puede ser una medida eficaz contra la histórica dualidad de nuestro mercado de trabajo.
Pero, además, puede beneficiar también a las empresas, sin con ello consiguen reducir costes relacionados con el proceso de selección, reducen el absentismo, entre otros aspectos. Algunas de las ventajas que la utilización de este tipo de contrato aporta a las organizaciones, son las siguientes:
- Bonificaciones propias de los contratos indefinidos
- Aumentar los niveles de fijación de plantilla
- Evitar posibles sanciones relacionadas con la concatenación de contratos temporales
- Mejorar el clima laboral
Por último, si una empresa decide formalizar un contrato fijo discontinuo con un empleado, debe tener en cuenta también una serie de consideraciones formales al respecto. Las que no debe olvidar son las siguientes:
- Debe presentarse por escrito: indicando en el mismo el tipo de jornada a realizar, la distribución de horarios y la duración del período de trabajo. A su vez, el contrato respeta la antigüedad del empleado, que se calcula desde el momento de la formalización contractual bajo esta modalidad, y no contando únicamente los períodos de actividad.
- Debe realizarse un llamamiento del empleado: que se produce por escrito al inicio del nuevo período de estacionalidad alta en el que se requiere de sus servicios.