El 3 de noviembre se aprobaba en el Congreso de los Diputados, con un amplia mayoría, la Ley de Fomento del Ecosistema de las Empresas Emergentes, conocida como Ley de Startups. El miércoles 23 obtuvo también el respaldo del Senado, donde le fueron añadidas diversas enmiendas, por lo que tendrá que volver al Congreso. Está previsto que la nueva norma entre en vigor en enero de 2023, tras salvar este último trámite.
Qué es una startup en la nueva ley
Esta nueva norma responde a las demandas del sector definiendo, por vez primera, qué es una startup. Además de establecer una serie de incentivos para atraer el talento y las inversiones a nuestro país. De esta forma, queda reconocida la importancia capital de las startups en la generación de empleo.
Una startup queda definida por diversos factores. Para empezar, debe tratarse de una empresa de nueva creación, con un carácter innovador, de hasta cinco años de antigüedad, que se elevan a siete en el caso de aquellas empresas de los sectores industriales y tecnológicos, por sus especiales características.
Además, su creación no debe ser el resultado de la transformación de una pyme o el resultado de una fusión o escisión. Y su volumen máximo de negocio, que se había establecido en 5 millones de euros, se ha concretado finalmente en 10 millones. Al menos el 60% de su plantilla debe estar contratada en nuestro país.
La Empresa Nacional de Innovación (Enisa) será la encargada de certificar ese carácter innovador. La ley establece un límite de tres meses para que los demandantes reciban una respuesta por parte de la empresa pública. Pasado ese plazo, se considerará automáticamente concedido por silencio administrativo.
El texto define también, que el proyecto de una empresa es innovador si: «resuelve un problema o mejora una situación existente mediante el desarrollo de productos, servicios o procesos nuevos o mejorados».
Se concede una mayor importancia a la figura del emprendedor en serie, es decir, a aquellas personas que ya han puesto en marcha con éxito otras startup. El Senado ha enmendado el límite que imponía originalmente la ley de tres empresas y finalmente no se fijará un máximo. De esta forma se fomenta el aprendizaje entre los emprendedores y se aumentan las posibilidades de éxito de las nuevas startups.
Las novedades de la Ley de Startups
A través de esta Ley se implementarán una serie de ventajas fiscales que buscan crear en España un marco atractivo para la inversión y la generación de empleo.
- El Impuesto de Sociedades se rebaja del 25% general al 15%.
- Se fija un límite del 100.000 euros libre de tributaciones para los inversores. A partir de ahí, lo harán al 50%.
- Los carried interest, las primas que cobran los inversores profesionales o corporativos, tributarán por rendimientos de trabajo al 50%.
- En los stock options, con los que las empresas retribuyen a sus empleados con participaciones en la misma, la exención se eleva de 12.000 a 50.000 euros anuales.
También se busca atraer a los nómadas digitales, que se definen en el texto de la ley como aquellos «cuyos empleos les permiten trabajar en remoto y cambiar de residencia habitualmente», mediante la concesión de un permiso de cinco años para trabajar en España.