En esta semana se conmemoran dos festividades muy relacionadas con los derechos de los trabajadores. El 28 de abril es el Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo (SST) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) propone anticiparse a las crisis, fortaleciendo la resiliencia y las respuestas a futuras irrupciones equivalentes a la actual pandemia. Y el 1 de Mayo, Día de los Trabajadores, que este año reclama la reducción de la jornada laboral y la supresión de las horas extras.
Apuesta por la seguridad y salud en el trabajo
Desde 2003, la OIT desarrolla una campaña anual internacional en relación con alguna de las temáticas de su ámbito, que culmina el 28 de abril. Con estas acciones, pretende promover el trabajo seguro y digno. Asimismo, este Primero de Mayo, el sindicato CGT reclama: “Trabajar menos para trabajar todas”. Las reivindicaciones del Día de los Trabajadores han sido promovidas por las organizaciones sindicales. En España, UGT y CCOO han sido los interlocutores con mayor número de afiliación.
Sin embargo, en el informe publicado por la Fundación Primero Mayo Un futuro sombrío, estudio de la afiliación sindical en Europa desde 2000, se constata que este modelo cada vez logra menos apoyo y reconocimiento. Algunos autores, como Kurt Vandaele, insisten en la necesidad de defender los derechos de los trabajadores en escenarios emergentes como la economía de las plataformas.
Es fundamental reconocer que lo que hoy se consideran derechos laborales costó mucho, incluso vidas, como las de los Mártires de Chicago, que exigían la jornada de 8 horas laborales, compatible con 8 horas de descanso y 8 horas de casa, y fueron ejecutados acusados de “inspirar el terrorismo” tras los disturbios con la policía en Haymarket, en 1886.
Es tiempo de diseñar estrategias en el trabajo que articulen los derechos reivindicados cada Primero de Mayo con las condiciones dignas de salud y seguridad promovidas por la OIT. Desde el año pasado, el foco se localiza en la higiene y en las medidas necesarias para evitar la propagación del coronavirus.
Nueva economía, nuevas reivindicaciones
En la actual situación donde el teletrabajo se ha impuesto, los riders, juicers, bikers que pedalean, compran o conducen por encargo, reflejan nuevas formas de precariedad, que comprometen la seguridad y dignidad de los empleados.
De hecho, desde Europa ya se lanzó en octubre la Estrategia de Seguridad y Salud en el trabajo (SSO) 2021-2027, destacando como asuntos prioritarios la reducción de la exposición a sustancias peligrosas y los accidentes laborales. Sin embargo, también reconocen la necesidad de atender a los riesgos derivados del uso de las nuevas tecnologías, así como del desarrollo de un plan estratégico ante posibles pandemias futuras.
Por último, el pasado marzo se conmemoraron 50 años del Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST), que contribuye a la coordinación entre comunidades autónomas para mejorar, mediante análisis y estudios con rigor científico, las condiciones de seguridad y salud laborales. Este organismo colabora con la Agencia Europea para la Seguridad y Salud en el Trabajo, sirviendo de correa de transmisión de las normativas y estándares que deben aplicarse.