Es un buen momento para actualizar tu CV. Durante este año habrás realizado cursos y desarrollado o adquirido habilidades trabajando que podrás incluir en tu CV para el 2015. Quizá quieres orientarlo de otra forma para darle otro aire. Puedes aventurarte a moverlo en las redes sociales ahora que ya tienes un poco de manejo y atreverte con una infografía. Sea cual sea el motivo, vamos a desempolvar el currículum.

Limpiar

Es importante quitar información irrelevante que pusimos en su día para rellenar, pero que ahora hace demasiado denso el CV. Empiezan a no cabernos las cosas y tenemos que reducir la letra (nunca menos de un cuerpo de letra tamaño 10). Si aligeramos tendremos espacio para centrarnos en describir los nuevos logros.

No utilices el mismo CV para todas las ofertas. Cíñete a lo que se está pidiendo y demuestra que tienes lo que necesitan. Resume al máximo y sé expresivo/a. Una página será suficiente. Si te esfuerzas en hacerlo atractivo, querrán saber más de ti. Podrás lucirte en la entrevista personal con más datos si te los piden.

Sacar brillo

Que tu CV no pase desapercibido. Valora el impacto visual de tu actual CV y haz algunos cambios para que destaque. Utiliza negritas, cursivas o texto destacado para resaltar los conocimientos relevantes y que encajan con el puesto. Si tienes conocimientos de tratamiento de texto puedes distinguirte dándole un formato atractivo. Si no, usa plantillas para orientarte. Entre tanto CV es importante que el seleccionador pueda hacer un escaneo visual del tuyo.

Haz un apartado con tu perfil personal. Describe en unas pocas frases tu experiencia y tu objetivo profesional. Algo que te defina y que tenga gancho. Sondéalo entre tus amigos.

¿Tienes ya un certificado de profesionalidad? Inclúyelo.

Es aconsejable que pongas tu nivel de idiomas en el estándar europeo del Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas (B1, B2, C1…).

Dale una vuelta al formato. Puede que no hayas trabajado mucho en el último año, así que puedes confeccionar uno que dé preferencia a las funciones desarrolladas durante tu carrera profesional. Es otra forma de exponer tu vida laboral. Te proporcionará un enfoque sobre tus competencias y facilitarás el trabajo al reclutador. Y eso es de agradecer.

Hazlo más social media. Incluye las palabras claves de tu sector, apóyalo con links a tu página personal y tu perfil en Linked In. Pon los enlaces de las empresas en las que has trabajado para enriquecer la información sobre tu recorrido laboral. Añade tus redes sociales. Pero, ojo, solo si crees que tu madre te seguiría sin problema.

Hazlo más cosmopolita. Si estás valorando la posibilidad de trabajar en el extranjero traduce tu CV al inglés para colocarlo a la próxima oportunidad que se presente.

Sacarlo a pasear

Podemos entregar el CV de muchas formas. Si optamos por entregarlo en mano, hay que hacerlo con una buena calidad de papel. Imprimirlo es mejor que hacer fotocopia. Entrégalo con una carpetilla de plástico en condiciones, sin arrugar, sin manchas de café… Si has optado por poner una foto, que sea una actual.

Lo más habitual es que entreguemos nuestro CV por e-mail. Dependiendo de si estamos respondiendo a una oferta de trabajo o nos estamos lanzando a una autocandidatura, el asunto de nuestro correo será uno u otro. Normalmente, si respondemos a una oferta de empleo nos dan el asunto que debemos poner. Adjuntar el CV en un documento PDF es la mejor opción para preservar el formato que le hemos dado a nuestro documento.

Entre celebración y celebración estas Navidades dedícale un rato a repensar tu currículum. Actualizarlo en el portal de Infoempleo te llevará unos pocos minutos. Tu CV te precede y habla de cómo eres antes de que te vean aparecer. Seguro que descubres otra versión de ti mismo/a que no te habías parado a pensar.