A medio camino entre el sector público y el privado se encuentra lo que se conoce como Tercer Sector o también la Economía Social. Esta actividad está compuesta por organizaciones de carácter no lucrativo y orientadas al bienestar social o la defensa del planeta. ¿Qué habilidades son imprescindibles para trabajar en este sector?
Ámbitos tanto locales como internacionales
Tener vocación social es fundamental para trabajar en este ámbito. Querer contribuir a la construcción de un mundo mejor a o paliar el sufrimiento de colectivos vulnerables o personas en determinados territorios empobrecidos requiere de una actitud solidaria frente al mundo. Ser una persona abierta al conocimiento de otras culturas.
A partir de ahí, el tercer sector tiene una gran variedad de áreas en las que poder encontrar una oportunidad de empleo. Desde el terreno de los servicios sociales dedicados a la atención de personas con discapacidad o situación de riesgo o desprotección a la cooperación internacional en zonas donde las personas se encuentran en situación de extrema pobreza. Como también la intervención socioeducativa con la infancia y la juventud o la inserción laboral de colectivos vulnerables.
Desde la informática y la tecnología a la formación legal
Las ofertas de trabajo en el Tercer Sector se producen en una variedad significativa de ámbitos. La atención directa para trabajar directamente con beneficiarios o usuarios (monitores, educadoras sociales, profesoras, psicólogos…) hasta la informática o la tecnología para el desarrollo de programas específicos o mantenimiento, creación de páginas web o la formación en estas habilidades. Y una actividad fundamental para este sector como es la recaudación de fondos, ya que el carácter no lucrativo de estas organizaciones hace que esta sea su principal fuente de financiación.
Pero también se necesitan personas con formación legal para dar soporte en este aspecto a la población con la que se trabaja y a la propia organización, técnicos de proyecto que llevan a cabo el diseño, desarrollo y evaluación de las acciones que se emprenden o la sensibilización mediante las tareas de marketing y comunicación.
Habilidades más solicitadas en el Tercer Sector
Es muy común que las personas que trabajan en el sector social tengan un perfil técnico muy especializado gracias a su formación mediante una máster o posgrado específico. Los idiomas son fundamentales para trabajar en cooperación internacional. Lenguas como el inglés o francés para trabajar en el ámbito internacional, pero también el portugués, el árabe o el turco para comunicarse con la población beneficiaria.
Pero, además, hay una serie de habilidades que tienen que ver con la eficacia en la gestión ya que se actúa muchas veces en situaciones de emergencia. Cualidades como la gestión del estrés, el análisis de problemas o la resolución de conflictos. Es imprescindible la capacidad de empatizar pero logrando una visión global del problema para ser eficaz.
La capacidad para coordinarse con el trabajo de otros es fundamental en este ámbito ya que se trabaja en equipo. Son necesarias las competencias en comunicación que tienen que ver con la capacidad de negociación y de comunicación interpersonal.
Mediante el voluntariado se pueden adquirir estas habilidades o reforzarlas si ya se cuenta con ellas. El trabajo en el Tercer Sector es exigente y requiere de una considerable implicación personal, pero se compensa con resultados muy gratificantes.
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