Una baja médica, una excedencia, tener un hijo o estar en el paro puede alejarte del trabajo durante una temporada. Por muchos años que se tengan de experiencia la falta de contacto diario con procedimientos, aplicaciones, metodologías y algo de trabajo acumulado harán que sientas que no dominas igual la situación y necesitarás un tiempo de adaptación al regreso. ¿Cómo afrontar mejor la incorporación al trabajo tras una ausencia?
Semana de adaptación
Una semana antes de la fecha de comienzo de la reincorporación pon el despertador como si te levantaras para ir a trabajar. De esta forma el día que tengas que salir de casa el madrugón te costará menos. Se trata de adaptar los biorritmos a la rutina.
No te agobies y asume que vas a tener un ciclo de acondicionamiento a la nueva situación. Organízate agenda en mano. No podrás contestar a todos los emails sin leer (seguramente tampoco es necesario). Haz una criba y los que salves guárdalos en una carpeta de correos no leídos. Dedícales un tiempo cada día y te los quitarás enseguida mientras gestionas los nuevos.
Establece pequeños objetivos y asígnales un tiempo: quizás necesitas actualizar algunos conocimientos o refrescarlos. Hazlo de forma gradual y no intentes ponerse enseguida al día. Fija una fecha en la que prevés estar preparada para que tampoco se dilate en el tiempo.
Controla el estrés
Si notas que necesitas invertir más tiempo para ponerte al día y puedes dedicarle un rato en casa repasa las cuestiones que te resulten más complicadas. Quizás necesitas estudiar nuevos procedimientos, recursos, alguna aplicación o actualización. Te ayudará a recuperar la confianza y afrontarás la jornada siguiente con mayor eficacia.
Durante los primeros días tómate varios descansos, no quieras hacerlo todo a la vez porque corres el peligro de saturarte y será contraproducente. El estrés puede disminuir la productividad.
Asume que vas a tener dudas continuamente y puede que te sientas incompetente y pienses que estás importunando. Es normal, preguntar evitará que cometas errores más graves, así que consulta si no lo tienes claro.
Controla el tiempo. Dependiendo del motivo que te haya mantenido fuera de tu puesto tendrás que dar más o menos explicaciones a los compañeros con los que te vayas encontrando. Sin ser descortés, procura no extenderte para no desperdiciar tiempo muy valioso para ti en este momento.
Créate un buen ambiente
Reúnete con las personas que se han ocupado de tus tareas durante tu ausencia para saber en qué punto están y poder retomarlas sin que el ritmo se vea afectado.
Haz el espacio tuyo. Coloca las cosas como las tenías, te ayudará a sentirte cómodo. Alguna novedad en la mesa no te vendrá mal para acompañarte en el proceso.
Si vuelves al trabajo tras una baja por maternidad seguramente habrás organizado muy bien todo el día. No te dejes arrastrar por la preocupación. Has dejado a tu hijo en buenas manos y ahora necesitas toda tu atención en incorporar el ritmo de trabajo.
Haz un esfuerzo por echarle humor y a disfrutar de la experiencia de comenzar. Una buena actitud te ayudará a mantener a raya la frustración de sentirte otra vez novato.
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