Muchas empresas recurren a la contratación a través de su propia plantilla. Nuestra vida laboral proporciona compañeros de trabajo en diferentes empresas que configura una agenda de contactos profesionales interesante para el reclutamiento. Y esto no ocurre solo en el aspecto laboral. Vivimos en un mundo en el que las recomendaciones forman parte de muchas de nuestras decisiones. Aquello que recomendamos, a quienes recomendamos pueden jugar un papel más importante de lo que pensamos. ¿Qué tener en cuenta antes de recomendar a un amigo para un trabajo?
Antes de lanzarte a recomendar a una persona debes tener en cuenta estas consideraciones.
1.Se ajusta al puesto
La persona que vas a recomendar cumple en gran medida con los requisitos del puesto. Tiene las competencias técnicas necesarias o crees que puede adaptarse con facilidad a la posición. Todo dependerá de si se trata de una vacante con un perfil muy técnico o algo más híbrido, lo que puede suponer que las competencias de la persona que recomiendas aporten un valor añadido por ser diferentes y complementarias al puesto. En este sentido, sería aconsejable que la persona que vas a recomendar también adquiera el compromiso de adaptarse al puesto, dentro de su criterio, para no dejarte a ti en mal lugar.
2.Se adecua a la cultura de la empresa
Puede que tengas un contacto que se adapte como un guante a los requisitos más técnicos de un puesto vacante en tu empresa. Valora en qué tipo de empresa trabajas y si la persona que conoces podrá adaptarse fácilmente, por mucho que se ajuste su perfil a las características del puesto. Si crees que puede ser problemático habla con él y expón tus dudas. En el caso de que tengas que hacer algún juicio de valor sobre la empresa comunícaselo eligiendo bien las palabras, todo dependerá del nivel de confianza. Éstas no deben dejarte en evidencia ante una eventual tensión entre los dos en el futuro, cuando él forme ya parte de la empresa. La prudencia es un valor para sacar a relucir en cualquier momento.
3.Puede resentirse tu relación personal
Ten en cuenta que si esa persona pasa a estar en una relación de subordinación dejará de verte como a un igual o, por el contrario, te tratará con una familiaridad que quizás no te convenga para tu puesto. Valora si se trata de una persona con la que vayas a tener un contacto muy estrecho (un familiar, por ejemplo) para que ello no ensombrezca vuestra relación, y crear en mal ambiente en el ámbito de la familia.
4.Calcula si merece la pena poner en juego tu reputación
Estima bien si con una persona que apenas conoces merece la posibilidad de que tu prestigio se vea resentido. Si aun así quieres ayudar, cúbrete las espaldas, dejando clara para la empresa la relación que te une a esa persona. Ten en cuenta que también entrará en juego tu crédito como reclutador y, en el futuro, una sugerencia fallida previa puede ser determinante con otro candidato que te interese recomendar. Elige bien con quien gastas esa baza.
5.Establece una red de recomendaciones que también te pueda beneficiar
Ten en consideración que la relación puede ser bidireccional. Quizás te interesa nutrir esa relación porque encuentras un aliado que puede ser interesante para tu trabajo actual o para afianzar tu red de relaciones profesionales. Hoy estás aquí y mañana podrías necesitar un trabajo. Ejercita tu prestigio profesional en todos los sentidos.
La apuesta que hagas a la hora de recomendar a un contacto o a alguien con quien tengas un vínculo más fuerte para que trabaje en tu empresa estará en función de la cercanía que tengas con esa persona, sobre todo. Cuando todo son síes en el listado de “a favor” no tendrás reservas en recomendar. Pero tendrás que valorar las contrapartidas de recomendar a alguien que no se ajuste del todo por diferentes motivos, en un ámbito, el laboral, donde prevalecen las relaciones de poder sobre las de los afectos.