Hay empresas que pretenden imponer un código de vestimenta. Con ello buscan proyectar una imagen de los valores de la compañía. ¿Tiene esta actitud sentido? Y más allá de esta cuestión, ¿Es legal, pueden obligarte a cumplirlo? ¿En qué casos es obligatorio y en cuáles no? Te resolvemos ésta y otras dudas sobre la elección de la ropa que llevas al trabajo.
Cuándo está de más que te exijan vestir de una determinada manera
El código de vestimenta en un centro de trabajo donde no se requiere un uniforme o vestir con determinadas protecciones es el más polémico. La empresa puede recomendarlo, pero en muchos casos no puede imponerlo ni sancionar por no cumplirlo. Hablamos de normas como «se debe llevar traje» o «no se puede llevar calzado deportivo o ropa casual», que pueden ser algunas de las más discutidas.
Este tipo de documentos pueden verse invalidados porque vulneren los derechos de los trabajadores. Nos referimos al derecho a la propia imagen, a la intimidad, a la no discriminación por género o religión, o al libre desarrollo de la personalidad, entre otros.
Sin embargo, hay sentencias que fallan a favor de la empresa en determinados casos. Especialmente en ciertos puestos, por ejemplo de atención al público, cuando la persona empleada viste fuera de lo que se considera un «trato social comúnmente aceptado».
En líneas generales, los tribunales suelen dar la razón a la empresa cuando su dress code está fundamentado en argumentos razonables, objetivos y proporcionales. Y fallarán a favor de los trabajadores cuando se vean afectados sus derechos fundamentales.
Casos más difusos: ciertas actividades que requieren uniformidad
Hay empresas que establecen un vestuario uniforme para su plantilla. Alegan para ello el que se emita una imagen de profesionalidad y disciplina. También aluden a que su imagen de marca se puede ver afectada por la ruptura de esa uniformidad. Este puede ser el caso del personal de vuelo o de un supermercado. Aunque este último puede aludir también cuestiones de protección y seguridad laboral.
Aun con todo, no pueden vulnerar derechos fundamentales como la discriminación por género. En algunos códigos de vestuario, se indica que las mujeres han de calzar zapatos con tacón, mientras que los hombres han de vestir con zapatos planos. Esto supondría una vulneración de los derechos fundamentales por razón de género y podría ser impugnado en un tribunal. Igual que ir maquillada al puesto de trabajo.
La obligación de vestir determinada ropa de trabajo
Algunas cuestiones sobre el código de vestimenta son más indiscutibles. Se trata de las que atañen a la salud de la persona trabajadora o de la de quienes tratan con ellas. Por ejemplo, el personal de cocina de un restaurante. Debe cumplir unas normas de higiene que están reglamentadas, así como, por supuesto, el sanitario. Con respecto a las protecciones que la empresa exige que se lleven, si están homologadas y tipificadas como equipos de protección individual (EPI), los trabajadores han de vestirlas.
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