Un currículum está repleto de nuestros datos personales. No solo nuestra experiencia laboral y de estudios. También otros datos como nuestro nombre completo, teléfono o correo electrónico. En ocasiones se incluyen además el número de documento de identificación o la nacionalidad. Algunos de estos datos son prescindibles, otros, directamente no pueden exigirse. En cualquier caso, todo CV está sujeto a la Ley de Protección de Datos porque contiene información personal. Qué debes incluir y qué no, y cómo debe gestionarse la información de tu CV lo encontrarás aquí.
La Ley de Protección de Datos y tu CV
La Ley de Protección de Datos se aplica a todo documento que contenga información personal. Esto incluye los currículums. Los responsables de tratar la información contenida en ellos son los trabajadores de Recursos Humanos. Deben actuar de la misma manera independientemente de que presentes tu candidatura de forma espontánea o respondas a una oferta de empleo. Sin embargo, dependiendo de cómo se produzca el envío de tu CV deberás tener en cuenta:
- Si te inscribes en una oferta a través de un portal de empleo, el proceso debe enlazar a la cláusula correspondiente sobre el tratamiento de tus datos personales. Incluye la intención de la empresa de almacenar la información y tu derecho a modificarla o cancelarla en cualquier momento.
- Si te presentas de forma voluntaria, como una candidatura espontánea por mail, lo más adecuado es que la empresa, al recibirlo, te remita la información sobre protección de datos y solicite tu consentimiento. Da igual si lo presentas por correo electrónico o en la misma oficina.
En cualquier caso, debes consentir de forma explícita que la empresa almacene y gestione los datos de tu CV. Marcando tú mismo la casilla correspondiente o contestando directamente a la solicitud de la empresa. De otro modo, el negocio se enfrenta a sanciones graves.
Los datos que debes incluir
Muchas veces, tratamos de dar toda la información al departamento de Recursos Humanos en un intento por que nos conozcan y valoren mejor. Sin embargo, algunos de estos datos no son necesarios. Pueden hacer que los reclutadores piensen que no eres capaz de distinguir la información más relevante. Y esta es una de las habilidades requeridas por todas las empresas.
Además de tu experiencia, estudios y habilidades y competencias, son pocos los datos que no deben faltar en tu CV: tu nombre completo y datos de contacto. Esto último incluye tu teléfono y tu correo electrónico.
La información personal que no debe aparecer
La mayor parte de tu información personal no debe incluirse en un CV. No solo por protección de datos. Sino porque sería ilegal que pudiera tenerse en cuenta en el proceso de selección y, por tanto, se entiende que debe ser irrelevante.
Entre esta información está tu número de DNI. Solo si te contratan necesitarán ese dato. Hasta entonces, es inútil. Y si la protección de datos no funciona correctamente en la empresa, cualquiera podría tener acceso a tu número de identificación y crearte un problema.
No incluyas tu estado civil, nacionalidad, género o si tienes o no hijos. Son datos personales que solo te interesan a ti. Ni siquiera es legal que te los pregunten en la entrevista. En el caso concreto de las mujeres, es relativamente frecuente que la empresa trate de saber si tiene pareja y si tiene hijos o prevé tenerlos. Recuerda que no estás obligada a contestar y puedes denunciar si te ocurre.
Tu dirección postal tampoco es necesaria. Algunos reclutadores prefieren saber dónde vives. De este modo, saben desde el primer momento si tendrás que trasladar tu residencia o si tardarás más o menos en llegar al trabajo. Así, pueden hacer una primera selección priorizando datos diferentes a tu experiencia y formación. Pero si te presentas a una oferta es porque te interesa. Al llegar a la entrevista tendrás oportunidad de explicar porqué te interesa el puesto y si estás dispuesto a un cambio de domicilio.