Al trabajo se va a ganar dinero, no a gastarlo. Hoy es el Día Mundial del Ahorro y está bien recordar este mantra que todo el mundo conoce bien, pero que no es tan fácil de seguir. Hay muchos gastos que, si te paras a revisar, no son realmente necesarios y hacen que estés invirtiendo un dinero mensual que bien podría pagar algunas de tus cuotas.
Vamos a resumir los gastos en tres áreas: transporte, alimentación e imprevistos. Tenemos que contarte los más comunes, pero si quieres hacer este trabajo a conciencia, fíjate en distintos periodos de tiempo (por día, por semana, por mes e incluso por año) y anota los tipos de gastos, así podrás elaborar un plan de ahorro mucho más personalizado.
1. Desplazarse no siempre cuesta pasta
Hay varias formas de ahorrar en transporte. La primera y más inmediata es usar transporte público. La mayoría de medios disponen de una oferta en la tarifa mensual o incluso anual. Depende de la comunidad en la que se resida, pero también es muy frecuente encontrar tarjetas o bonos que incluyan varios medios de transporte.
Si trabajas en una zona tan aislada que no se accede en transporte público o los servicios son tan escasos que te toca alargar la jornada, no te cierres en banda a que tu única opción es ir en tu coche. Puedes plantearte compartir vehículo con compañeros o incluso con otras personas que trabajen en la zona y tengan tus horarios. El gasto puede suponer desde la mitad hasta una quita parte de lo que inviertes ahora.
Y, si tienes oportunidad, la bici es el medio más rentable. Además, tiene asociadas otras ventajas, como que no contamina y que haces ejercicio. Hay ciudades que cuentan con un servicio de bicicletas eléctricas con una tarifa muy asequible, no tendrás que guardarla en casa y los atascos no te frenarán el ritmo.
2. También se puede comer de tupper y desayunar en la oficina
Si estás comiendo fuera de la empresa, llevarte tus propios platos al trabajo puede reducir el gasto en este concepto hasta dos tercios de lo que tienes ahora asignado. Es una medida, no solo mucho más rentable, sino también más saludable. No es tan difícil elaborar un menú semanal y cocinar los platos en dos días a la semana. También puedes hacer dos raciones y congelar una para otra semana. Hay muchos trucos que harán que pierdas la pereza.
Salir a tomar café no suele ser el gasto más importante, pero cuando hay que reducir, es un pico con el que bien puede pagarse una cuota de, por ejemplo, un teléfono, un electrodoméstico o una actividad a la que estés apuntado. Llévate tu café preparado de casa en un termo y ten previstos los momentos en los que te apetece picar algo. Un paquete de galletas o una bolsa de snack comprada en supermercado puede costar menos de la mitad que en una máquina expendedora.
3. Otros imprevistos que se pueden prever
Cuántas veces te ha pasado que te duele la cabeza y no quedan ibuprofenos en el botiquín de la empresa, o que necesitas una compresa porque te ha venido la menstruación cuando no lo esperabas, o que te has manchado la camisa y es el día en el que, precisamente, más presentable tienes que estar… Disponer de una mezcla de botiquín y neceser puede salvarte de tener que bajar y comprar cualquiera de estas cosas en una cantidad que no necesitas o en una tienda cercana a tu empresa que no es conocida por sus ofertas.
Hemos elaborado una infografía para que retengas la imagen y la evoques con claridad cada vez que te de pereza cocinar, ir en bici o reponer tu neceser de imprevistos.
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