En muchas ocasiones, los problemas que surgen en las relaciones entre jefes y empleados tienen su origen en la falta de asertividad. Para poder establecer una comunicación efectiva en el trabajo, debemos ser hábiles en el manejo de críticas constructivas y practicar técnicas de persuasión laboral, entre otras herramientas. En este artículo, veremos formas de comunicarte con tu jefe con el objetivo de mejorar las relaciones laborales en tu puesto de trabajo.
Cómo no deberías comunicarte con tu jefe
Existe mucha información sobre diferentes herramientas de comunicación profesional y estrategias para hablar con superiores que tienen como objetivo ayudarte a mejorar la relación con los mismos.
Sin embargo, existe menos información consensuada respecto a lo que no deberías hacer bajo ningún concepto para resolver conflictos con el jefe o jefa. Algunas serían las siguientes:
- Culpar a tu jefe, tu jefa o a otra persona del problema: intentar lanzar balones fuera en todo momento, y no asumir nuestra parte de responsabilidad, no surtirá efecto ante un superior, que encontrará en nosotros una incapacidad para la autocrítica.
- Mentir o trasladar información sesgada: al final, la mentira termina por aclararse y podemos quedar en una situación muy comprometida al encubrir aspectos determinantes de un problema en el que tenemos parte de responsabilidad.
- Huir de la comunicación directa: buscar alternativas, terceras personas o fórmulas indirectas de llegar a nuestros superiores genera una falta de confianza o de madurez que obstaculiza la relación
- Intentar ridiculizar o restar valor a sus decisiones: a pesar de que, en muchas ocasiones, nuestra información, nuestro conocimiento o experiencia puede ser superior, debemos intentar escuchar y trasladar nuestra reflexión desde una perspectiva de valor añadido, no como contraposición
En definitiva, mostrar claramente miedo, rechazo o indiferencia hacia nuestros superiores puede ser contraproducente para nuestro día a día. Más allá de las emociones y sensaciones que su perfil nos pueda generar, debemos trabajar desde la perspectiva de la colaboración, la lealtad a la empresa y la profesionalidad que se nos presupone y por la que se nos paga un salario.
Guía sencilla para establecer una relación de confianza con un superior
Para comenzar a generar una relación sana con nuestro jefe o jefa antes deberíamos preguntarnos cómo queremos que esta sea. Quizás estemos buscando un mayor acercamiento en lo personal, ya que pasamos mucho tiempo juntos en el trabajo y nuestra relación sigue siendo muy fría.
Sin embargo, en otras circunstancias, quizás busquemos ganarnos su confianza para los proyectos que puedan surgir en el futuro, independientemente de que nuestra relación personal sea más o menos fluida.
Por tanto, establecer unas expectativas claras será determinante si queremos tener éxito en la relación con nuestro jefe.
En segundo lugar, es posible que necesitemos mejorar nuestros estilos de comunicación. Ser lo más asertivos posibles, mostrarnos empáticos, honestos, sinceros y no temerosos en lo que queremos trasladar, ayudará a que nuestro jefe o jefa no lo reciba con matices de rebeldía, de queja o de desmotivación por nuestra parte. En las reuniones uno a uno, ofrezcamos un feedback constructivo de aquello que se nos traslada, y no busquemos interpretaciones y dobles intenciones en la comunicación sin necesidad.
Por último, no debemos descuidar otros elementos importantes de la comunicación que serán también esenciales. Mostrar, por ejemplo, la kinesia o un estilo no verbal sosegado y confiado, será fundamental para generar cercanía y bienestar en la relación con nuestro jefe o jefa.