Todavía a día de hoy, mucha gente considera que las ciencias tienen mejor salida laboral que las letras. Sin embargo, vivimos en un mundo en constante cambio que asume grandes retos tecnológicos. La formación del verdadero talento cualificado es mucho más heterogénea. Dentro de este grupo de habilidades mixtas se encuentra la lingüística computacional, que está generando oportunidades laborales muy prometedoras.
Las empresas que trabajan con inteligencia artificial necesitan contratar a un personal cualificado que, a día de hoy, les resulta muy difícil reclutar. Se trata de perfiles mixtos que aúnan un conocimiento profundo de la estructura y el uso del lenguaje natural, el que hablamos los humanos, con nociones del lenguaje de programación, que es el que emplean las máquinas.
Qué aportan los lingüistas a las empresas tecnológicas
La inteligencia artificial está mucho más presente en nuestras vidas de lo que puede parecer. Desde los asistentes virtuales configurados ya en casi cualquier smartphone hasta los chatbots que se emplean para conectar con asistencia técnica o comercial de productos y servicios. A otro nivel, ha transformado la relación cliente-empresa a partir de la lectura del feedback de los usuarios en ámbitos como la banca, la educación, la salud, los seguros o el turismo. Y, desde luego, es fundamental en la accesibilidad para personas con alguna discapacidad auditiva o visual.
En todas estas áreas, el trato personalizado, adaptado a las necesidades de cada cual, es fundamental. Además, téngase en cuenta que siempre es preferible hablar con un humano que con una máquina. Por otro lado, los consumidores también expresan su acuerdo o desacuerdo con un producto o servicio mediante el lenguaje natural, a través de opiniones en redes sociales u otros canales digitales.
Procesar esta cantidad de información es muy complejo. Se necesitan reglas que recojan no solo las palabras, sino también lo que significan en su contexto. Es decir, la semántica de los mensajes. Las empresas quieren saber si se ha generado una opinión favorable o desfavorable sobre su negocio.
El reto entonces es el procesamiento del lenguaje natural (PNL), tanto para recogerlo como para emitirlo. Los lingüistas son los traductores del lenguaje natural al lenguaje de las máquinas. Tienen que poner etiquetas a las palabras que usamos para que las máquinas las procesen. Este gremio profesional es el que va a enseñar a las máquinas a distinguir cuándo “Camarón” se refiere a un cantaor flamenco y cuándo a una gamba diminuta. Pero también qué palabras o conjuntos de palabras están denotando un sentimiento u otro.
Lo que se desarrolla a partir de la lingüística computacional
Las acciones que se desarrollan a partir del trabajo de los lingüistas son muy variadas, pero todas ellas se fundamentan en la creación de algoritmos. Estos algoritmos, cuando se llevan a la práctica, hacen que los ordenadores reconozcan cada vez más frases con la ayuda del big data y aprendan a dar respuestas cada vez más coherentes mediante machine learning.
Para llegar a este punto es necesario, por un lado, haber etiquetado todos los elementos morfosintácticos de un fragmento del lenguaje (verbos, nombres, adjetivos, sujeto, predicado…). Por otro, los relacionados con el significado. En este caso se emplean corpus lingüísticos asociados a determinadas áreas (por ejemplo, medicina, historia, ingeniería…) para etiquetar el contenido semántico de los términos. Todo ello redunda en que la máquina sepa reconocer la estructura de un texto, capte convenientemente lo que quiere decir y emita una respuesta válida.
¿Qué impacto tienen las tecnologías del lenguaje como salida laboral?
Un informe editado por el Ministerio de Economía y Empresa asegura que la gran mayoría de las compañías que se dedican a las tecnologías de lenguaje han contratado más personal durante el último año. Este documento es el Estudio de caracterización del sector de tecnologías del lenguaje en España, que aporta datos muy interesantes sobre esta actividad.
Y no solo se reconoce un mayor aumento de la plantilla en estas empresas, también se corresponde con un incremento en las ventas. El estudio es de 2018 y analiza datos recogidos en el ejercicio anterior. Así pues, en 2017 poco más de la mitad de estas empresas aumentaron su clientela. En cuanto a cifras de facturación, durante 2016 la actividad de tecnologías del lenguaje facturó aproximadamente 200 millones de euros.
Si unimos estos datos con los aportados por Credence Research, que se ciñen al español en el mundo, nos podemos hacer una idea del futuro prometedor que le aguarda a esta actividad.
La consultora asegura que las tecnologías PNL en español crecerán a un ritmo anual cercano al 12% hasta 2026, momento en el que posiblemente alcancen un beneficio de 28.600 millones de dólares.