En enero de 2020 había un total de 1,2 millones de empresas y más de 2,9 millones de autónomos en España. La irrupción de la pandemia hizo que esas cifras fluctuaran, al principio a la baja, pero, más tarde, estabilizándose en una recuperación parcial, hasta perfilar un nuevo panorama en poco tiempo. El INE ha elaborado un estudio que recoge el impacto de la COVID-19 sobre la supervivencia de empresas y autónomos durante el año pasado. El papel de los ERTE, el tamaño de las empresas, la región donde operan o la actividad a la que se dedican (o dedicaban) son los elementos que mayor peso han tenido a la hora de resistir.
Primer trimestre de 2020
Un 17% de las empresas que había a principios de 2020 cesaron su actividad antes de octubre del año pasado. La mayor bajada se produjo durante el primer trimestre en el que más de 140.000 pymes perdieron a todos sus trabajadores. Algo similar ocurrió con los trabajadores autónomos. A finales de marzo había casi 60.000 autónomos menos, según el Registro de Trabajadores Autónomos (RETA).
Los ERTE ayudaron a suavizar el golpe. Las empresas que se acogieron a esta ayuda durante el primer trimestre tuvieron mayores oportunidades de supervivencia que las que no lo hicieron, en concreto tres puntos porcentuales.
Las empresas con más trabajadores reunieron mejores condiciones para salvar el impacto. Solo el 85,1% de las iniciativas de menos de seis trabajadores consiguieron mantenerse frente a la práctica totalidad de las que tienen más de 250 trabajadores en el primer trimestre, que siguen desarrollando su actividad.
La crisis sanitaria no afectó por igual a todos los territorios. La región más perjudicada de inicio en cuanto al número de bajas de empresas fue Andalucía. En concreto, la ciudad de Sevilla registró un 13% de unidades empleadoras, como las denomina el INE, dadas de baja durante el primer trimestre. Tras ella, le siguieron Cataluña y Madrid.
Zaragoza fue la ciudad donde los autónomos se llevaron la peor parte. En el primer trimestre fue la localidad que más bajas de autónomos contabilizó, un total de 7,1%.
Segundo trimestre y tercer trimestre: el fin de los confinamientos
El fin del confinamiento durante este periodo contuvo la situación. El 26,3% de las empresas que se habían quedado sin trabajadores los recuperaron en estas fechas.
Los autónomos se estabilizaron en el segundo trimestre logrando una ligera tasa de recuperación del 0,8% respecto al primero. Un 14% de los que cesaron su actividad en los tres primeros meses volvieron a estar dados de alta a finales del segundo trimestre.
La reactivación de la actividad tuvo su reflejo en la salida del ERTE de los trabajadores. El número de asalariados en ERTE en este último trimestre analizado bajó de los 22,7% que se contabilizó en el primero a un 16,3% a finales de septiembre.
La industria de la alimentación una de las mejores tasas de supervivencia de empresas
Otro de los datos que pueden consultarse en este informe son los números teniendo en cuenta determinadas variables. Por ejemplo, el tipo de actividad según el CNAE (Clasificación Nacional de Actividades Económicas). Por ejemplo, las empresas consignadas en la clasificación de la CNAE como dedicadas a la “construcción de edificios” a fecha uno de enero eran 56.616. En octubre quedaron 41.860, solo sobrevivió el 73,94%. En los “servicios de comidas y bebidas”, una de las actividades estrella de nuestro país, habían registrados a primeros de 2020 un total de 159.633 establecimientos. A finales de septiembre solo había sobrevivido el 74,86%.
Los que peor parados salen en esta gráfica: la industria de la cultura y los espectáculos. De las 3.946 empresas registradas a principios de año 2020 como “actividades de creación artística y espectáculos” solo quedaban en octubre 2.556, se mantuvo solo el 64,77%.
Sin embargo, determinadas actividades han podido resistir mejor al impacto de la COVID 19. Las que mejor comportamiento han tenido, según esta estadística experimental, han sido las empresas dedicadas a la industria de la alimentación. En los momentos previos a la pandemia eran 18.936 en total; en el tercer trimestre el porcentaje de supervivencia fue del 89,23%. Los comercios al por menor sumaban 183.590 al inicio del año pasado. En octubre seguían en pie el 83,72%.
Mientras se esperan las ayudas provenientes de Europa para amortiguar la caída las dificultades con las que se topan empresas y autónomos para resistir se agravan según pasan los meses.