El perfil de tu candidatura no solo se basa en lo que has estudiado y dónde has trabajado. En paralelo, se te evalúan también tus habilidades. Es más, en ocasiones, este aspecto es el que más cuenta a la hora de seleccionar. Te hablamos sobre las habilidades profesionales más demandadas y cómo puedes potenciar las que te interesen.
Trabajar con la gente y saber comunicarse
Saber trabajar en equipo es una de las aptitudes más valoradas. Gran parte de las actividades profesionales se desarrollan en equipos y es imprescindible que estos estén bien integrados para cumplir los objetivos previstos. Merece la pena que menciones esta habilidad en tu presentación, pues es la que más valoran la mayoría de reclutadores.
Y ya que hablamos de saber integrarse entre la gente y trabajar por objetivos comunes, también es fundamental lograr que te entiendan. Tanto los que trabajan más cerca de ti como, en ocasiones, auditorios más amplios (clientes, proveedores, colegas del gremio…). Si has de exponer una idea o concepto a un grupo de personas, mejorar tu oratoria te permitirá hablar en público con fluidez. Y para resolver múltiples cuestiones del día a día, saber comunicarte por escrito de manera eficaz mejorará en tu desempeño.
Ganarse la confianza y el respeto
Relacionado con el punto anterior, hay habilidades que forjan una mejor integración en el grupo. Acompañan a menudo tanto al trabajo en equipo como a la comunicación efectiva. Por un lado, para reforzar los lazos profesionales, la atención al público o las negociaciones se requiere empatía. Ponerse en el lugar del otro te ayudará a conectar con él y conseguirás mayor colaboración por su parte.
Por otro lado, la asertividad te va a permitir defender tu postura, aunque en ocasiones choque con la de quien tienes enfrente. Y siempre desde el respeto, sin meterte en discusiones vacías e improductivas.
Supervisar y coordinar
Seguimos sumando aptitudes profesionales. Para lograr supervisar y coordinar tareas y equipos, serán de mucha utilidad todas las habilidades profesionales mencionadas hasta ahora. Sin embargo, hace falta algo más. En primer lugar, capacidad de organización y gestión. Es como tener un mapa digital en la cabeza: operas con una visión de conjunto, conoces la mejor ruta adaptada a los recursos, sabes cuánto tiempo se tarda en recorrer el camino y cuáles son las fases.
Para completar este punto es fundamental adquirir otra de las habilidades profesionales más valoradas: el liderazgo. Trabajarlo y reforzarlo te va a permitir ganarte la colaboración y convicción de la gente desde el respeto e incluso la admiración en muchos casos.
Poder innovar
En muchas empresas se fomenta la innovación para poder ofrecer un producto o servicio con un valor añadido. Este plus tiene el objetivo de diferenciarlo del resto del mercado. Para ello, se va a requerir personal que cultive la creatividad. Que sepa proponer vías diferentes para cumplir objetivos, que se centre en el proceso y no solo en el éxito y el cumplimiento de objetivos, y que no tema fallar. La resolución de errores requiere poner en marcha la creatividad para solventarlos.
Pero en el campo de la innovación también se necesita en muchas ocasiones ser disruptivo. Es decir, romper por completo con lo que está establecido. No es una postura fácil y a veces te encuentras a todo el mundo en tu contra, pero el resultado puede suponer un avance tan impresionante en los casos de éxito que a muchas empresas les renta contar con este tipo de talento entre su plantilla.
Formación para mejorar tus habilidades profesionales
No creas que muchas de estas aptitudes acompañan a los candidatos desde el nacimiento. Se pueden desarrollar y potenciar. Y todo proceso de mejora se corresponde con una actividad formativa que lo puede poner en marcha. Estos cursos te ayudarán a adquirir y mejorar tus habilidades profesionales:
>> Trabajo en equipo
>> Hablar en público
>> Redacción
>> Asertividad
>> Creatividad
>> Organización y gestión
>> Liderazgo