En un mercado laboral cada vez más competitivo, las habilidades informáticas se han convertido en un requisito indispensable en casi todos los sectores. Más allá de reflejar conocimientos técnicos, incluir competencias digitales en el currículum es una forma de demostrar adaptabilidad y preparación frente a las exigencias tecnológicas actuales. Pero, ¿Qué habilidades informáticas son las que realmente pueden marcar una diferencia? Te contamos cuáles son las más valoradas por las empresas en 2025.

El dominio de las herramientas ofimáticas: un clásico necesario

Según un reciente estudio de la Fundación BBVA y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas, los trabajadores con puestos que requieren competencias digitales avanzadas perciben salarios hasta un 65% más altos que aquellos con niveles básicos. Esta brecha evidencia la importancia de apostar por la formación y la actualización constante en habilidades informáticas.

Por lo tanto, incluir estas competencias en el currículum no solo incrementa las oportunidades laborales, sino que también proyecta una imagen de profesional preparado para afrontar los retos de un mercado en constante cambio.

En primer lugar, y aunque pueda parecer básico, saber manejar herramientas como procesadores de texto, hojas de cálculo y aplicaciones de correo electrónico sigue siendo esencial. Microsoft Office, líder en este ámbito, continúa siendo un estándar en la mayoría de las empresas. Sin embargo, no hay que olvidar alternativas como Google Workspace, que permite la colaboración en línea, una habilidad muy valorada en el trabajo remoto.

El conocimiento avanzado de Excel, con funciones como tablas dinámicas y macros, sigue siendo también especialmente demandado, ya que facilita el análisis de datos y la creación de informes detallados.

Redes sociales, diseño gráfico y edición de vídeo para contenidos digitales

El diseño gráfico ya no es exclusivo de sectores creativos. Empresas de marketing, comunicación e incluso educación buscan candidatos que puedan crear presentaciones visuales atractivas. Software como Adobe Photoshop, Illustrator e InDesign lideran este campo, aunque herramientas gratuitas y accesibles como Canva han ganado popularidad por su facilidad de uso.

Asimismo, la creciente importancia de los contenidos audiovisuales ha llevado también a un aumento en la demanda de habilidades en edición de video y audio. Aplicaciones como Final Cut Pro, Adobe Premiere o herramientas más accesibles como iMovie y OpenShot permiten a los profesionales crear material promocional o educativo, adaptándose a las tendencias de comunicación actuales.

En un mundo cada vez más digital, manejar las redes sociales de manera profesional es crucial. No basta con publicar contenidos; se espera que los candidatos dominen herramientas como Hootsuite o Buffer, que facilitan la gestión de varias plataformas simultáneamente. Además, la comprensión de conceptos como SEO, analítica web y marketing de contenidos puede marcar la diferencia en roles relacionados con la comunicación y el marketing.

Programación y desarrollo web: un paso más hacia la tecnificación

Aunque no todos los puestos requieren habilidades avanzadas en programación, tener conocimientos básicos en lenguajes como HTML, CSS o JavaScript puede ser un gran diferenciador a la hora de buscar empleo.

En posiciones más técnicas, el manejo de Python, Java o bases de datos SQL es indispensable. Por otra parte, sistemas de gestión de contenidos (CMS) como WordPress se han convertido en herramientas clave para la creación y el mantenimiento de páginas web, incluso en roles no especializados.

Inteligencia artificial y análisis de datos, las herramientas del futuro

Si bien estas competencias técnicas son importantes, hoy en día las empresas buscan candidatos con la capacidad de aprender rápidamente nuevas herramientas y adaptarse a tecnologías emergentes. Esto incluye mantenerse al día en nuevas opciones de software, pero también en tendencias como la inteligencia artificial o la gestión de datos.

El impacto de la inteligencia artificial (IA) en el ámbito laboral no puede subestimarse. Desde herramientas de productividad, como asistentes de escritura (ChatGPT o Grammarly), hasta aplicaciones más avanzadas en análisis predictivo y automatización de procesos, la IA está transformando cómo trabajamos.

El análisis de datos también se ha convertido en un pilar para la toma de decisiones estratégicas. Herramientas como Excel avanzado, Tableau o Google Data Studio son muy valoradas, ya que permiten interpretar grandes volúmenes de información y transformarlos en insights útiles para las empresas.

Los profesionales que comprendan el funcionamiento básico de la IA y saben utilizar herramientas como Power BI con capacidades de machine learning, o plataformas como TensorFlow, tienen una ventaja competitiva significativa. En sectores como la banca, la salud o la logística, estas competencias son cada vez más demandadas para optimizar procesos y mejorar la toma de decisiones.

Por eso, la capacidad de interactuar con tecnologías de IA generativa puede ser clave para mejorar la eficiencia en tareas creativas, analíticas y operativas.