Más allá de los conocimientos técnicos o específicos que tiene una persona en un área determinada están aquellas habilidades que acompañan su forma personal de hacer las cosas. De las softskill ya os hemos hablado en numerosas ocasiones, ahora vamos a concretar un poco más. En función de cómo se desenvuelve alguien en su desempeño algunos encuentran que puede observarse una determinada morfología. En el caso que nos ocupa en forma de letras. Hoy hablamos de las habilidades en forma T.
Por perfiles con habilidades en forma de T se conocen aquellas personas cuyas destrezas se manifiestan en dos direcciones: por un lado, se es muy competente técnicamente y, a la vez, se pueden desenvolver de una forma eficaz también en otras áreas. El tramo vertical de la T tiene que ver con la profundidad de su conocimiento. Representa años de experiencia y una formación muy específica.
En la otra dirección, en el eje transversal de sus habilidades, representado por el tramo horizontal de la T, se suma la capacidad para ser versátil y desempeñar un buen trabajo en otras parcelas. También hace referencia al talento para amoldar los propios saberes a otras disciplinas. De que estos sean transferibles. Tiene que ver con una dimensión expansiva, que abarca aptitudes en varias áreas.
Habilidades en forma de T para impulsar y coordinar
El término nació en el ámbito del diseño. Fue el CEO de la consultora de diseño IDEO quién lo utilizara por primera vez, hacia el año 1991, cuando pensó en qué tipo de personas necesitaría para formar equipos multidisciplinares para procesos creativos.
Pero también encontramos este criterio en procesos de selección para personal en ámbitos tecnológicos y de innovación como en metodologías ágiles. O cuando es necesario para proyectos en los que es imprescindible operar con un alto grado de autonomía.
Este tipo de maneras de hacer es deseable para puestos que impliquen tareas de liderazgo. También en pequeñas empresas, en startups que requieren de personas versátiles que pueden asumir diferentes funciones para el impulso que necesitan los arranques, la puesta en marcha de iniciativas.
Algunas cualidades de los perfiles en T
Entre las habilidades más características de alguien con un perfil en T estaría el pensamiento crítico y la capacidad de comunicación. El pensamiento crítico es fundamental para filtrar información y sintetizarla. Manejar la comunicación interpersonal pone en relación los propios conocimientos con el entorno, creando contextos de colaboración eficaces. Además de estas, son importantes las cualidades en negociación y la capacidad para ser flexible según requieran las circunstancias.
Otras formas de trabajar que se expresan con letras
Además de las habilidades en forma de T se habla de personas con habilidades en forma de I cuando hay una superespecialización. Un nivel profundo de conocimiento en un campo pero que carece de experiencia en otros ámbitos. Estos profesionales son excelentes en lo suyo y en puestos donde no es necesario estar en contacto con otras áreas. No es un tipo de perfil que funcione bien en entornos colaborativos.
Cuando se necesita una persona que reúna cualidades de gestión más completas se busca a profesionales en forma de X. Son aquellos que tienen una visión global, conocen múltiples aspectos de los procesos, aunque ninguno en profundidad. Son buenos en labores de coordinación. La X sugiere esta cualidad de la amplitud, de la visión general. Son profesionales con una mirada más generalistas como pueden ser los jefes de equipo.