Formarte mientras trabajas no solo es posible, sino que es un derecho reconocido por la ley. En un mercado laboral en constante evolución, donde la digitalización y la automatización están transformando profesiones y sectores, actualizar tus conocimientos y competencias puede ser la mejor inversión para tu futuro profesional. Pero, ¿sabías que puedes hacerlo sin poner en riesgo tu empleo? ¿Conoces los permisos que la ley te reconoce para estudiar mientras trabajas? Te contamos qué tipo de formación puedes solicitar y cómo compatibilizar el trabajo con los estudios.
Formarte mientras trabajas: una obligación empresarial
La formación no es un lujo ni una opción exclusiva para quienes tienen tiempo libre. Es un derecho laboral y una herramienta clave para mantenerte empleable en un mundo laboral cambiante. Ya sea mediante permisos retribuidos, bonificaciones o acuerdos con tu empresa, hay múltiples formas de formarte mientras trabajas sin renunciar a tu salario ni a tu estabilidad laboral.
El Estatuto de los Trabajadores es claro: todos los empleados tienen derecho a la formación profesional en el trabajo. El artículo 23 sobre Promoción y formación profesional en el trabajo establece que los trabajadores podrán acceder a la formación dirigida tanto a la mejora de sus capacidades como a su promoción profesional.
Esto significa que, aunque estés contratado, puedes pedir formación relacionada con tu puesto o con tu desarrollo profesional futuro, y la empresa está obligada a facilitarlo dentro de sus posibilidades. Además, si la formación es iniciativa de la empresa, debe realizarse dentro de la jornada laboral o contar como tiempo de trabajo.
Permiso Individual de Formación (PIF)
Uno de los derechos menos conocidos por los trabajadores es el Permiso Individual de Formación (PIF). Este permiso te permite asistir a cursos oficiales (por ejemplo, formación reglada, certificados de profesionalidad o titulaciones universitarias) durante la jornada laboral, sin pérdida de salario.
- El permiso puede ser de hasta 200 horas por curso académico.
- La formación debe estar relacionada con el puesto de trabajo o con el desarrollo profesional del trabajador.
- Debe autorizarlo la empresa, pero no puede denegarse arbitrariamente si se justifica la necesidad.
- La empresa puede bonificarse esas horas a través de FUNDAE (la Fundación Estatal para la Formación en el Empleo).
El PIF es una gran oportunidad para formarte mientras trabajas sin coste para ti ni para la empresa. Eso sí, debes planificarlo con antelación y llegar a un acuerdo con tu empresa.
Formación programada por las empresas
Gracias al sistema de bonificaciones de FUNDAE, muchas empresas ofrecen cursos gratuitos a sus trabajadores. Esta formación es voluntaria y no debe suponer un coste para el empleado.
Si estás trabajando, pregunta a tu departamento de recursos humanos o responsable directo si la empresa dispone de crédito formativo. Tienes derecho a conocerlo y a proponer formación de tu interés, siempre que esté alineada con las necesidades del puesto o del sector.
Formación continua y convenios colectivos
Muchos convenios colectivos también incluyen cláusulas específicas sobre el acceso a la formación. Algunos sectores incluso establecen horas retribuidas para formación, días de licencia o ayudas económicas para cursar másteres, idiomas o formación técnica.
Por eso, es muy recomendable revisar tu convenio colectivo: puede que tengas más derechos de los que imaginas. Y si no estás seguro, puedes consultarlo con tu delegado sindical o en el departamento de personal de tu empresa.
Flexibilidad horaria y adaptación del puesto
Otro derecho que no siempre se usa es el de la adaptación de la jornada laboral por motivos de formación. Aunque es más habitual para trabajadores con hijos o en reducción de jornada, cada vez más empresas están aplicando medidas de conciliación también para permitir que sus empleados estudien.
Puedes negociar una flexibilidad horaria temporal, la posibilidad de teletrabajo en algunos días o incluso jornadas intensivas para compaginar con clases o exámenes.
¿Y si estás en paro?
Si estás desempleado, tienes acceso prioritario a la formación gratuita ofrecida por los servicios públicos de empleo. Estos cursos están pensados para mejorar tu empleabilidad y, en muchos casos, incluyen prácticas en empresas o incluso compromisos de contratación.
Además, si cobras una prestación, puedes realizar cursos sin perder el derecho a tu ayuda, siempre que la formación sea compatible con tu disponibilidad para trabajar.
¿Y si quieres cambiar de sector?
También puedes formarte mientras trabajas para cambiar de sector. No es necesario que la formación esté directamente relacionada con tu puesto actual, aunque puede ser más difícil acceder a permisos retribuidos. En ese caso, muchas personas optan por:
- Estudiar en horario de tarde/noche o fines de semana.
- Cursos online (muchos gratuitos o subvencionados).
- Formación autodidacta con certificados posteriores.
- Utilizar el crédito de formación para cursos transversales (idiomas, ofimática, soft skills). Se trata de un importe económico anual del que disponen las empresas para financiar la formación de sus trabajadores.
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