Jactarse de hacer varias cosas a la vez, la multitarea o multitasking, es algo de lo que presumimos más de lo que la realidad y, que los estudios demuestran, somos capaces de hacer. Prestar atención a dos cosas de manera simultánea no es posible en nuestro cerebro. Lo que hacemos, en realidad, es interrumpir una actividad para hacer otra y más tarde volver a la misma.
Tenemos un cerebro nada multitarea
Es cierto que existen tareas que el cerebro controla en segundo plano, las más automáticas como caminar o conducir. Y que éstas podemos combinarlas con otras como pasar a la siguiente canción o mandar un audio. Pero lo que conocemos como multitasking no hace referencia a este tipo de actividades. Se cree erróneamente que el cerebro puede prestar a tención a dos actividades al mismo tiempo del tipo escribir un mail y participar en una reunión. No es posible y lo demuestran varios estudios. Lo que el cerebro hace en realidad es pasar rápidamente de una tarea a otra: es decir, o prestas atención en la reunión, o escribes un mail. El cerebro utiliza menos recursos en hacer algo que ya conoce que en adaptarse a una nueva tarea, esto puede llevarle hasta veinticinco minutos.
Y menos con la edad. Aseguran algunas investigaciones que las personas más jóvenes son muy hábiles cambiando de actividad. La transición entre una actividad y otra exige de un proceso (tiempo) de adaptación la nueva. Cuando el cerebro envejece este tiempo se alarga y cuesta más volver a conseguir la concentración que se tenía antes de que fuera interrumpida. Este tiempo de transición provoca una demora en el cómputo general del tiempo empleado. Es decir, si tenemos que hacer cuatro tareas tardaremos más si las hacemos de manera “simultánea”, que si acabamos una antes de empezar con la otra. Esto es, el multitasking, en verdad, es improductivo.
¿Qué significa ser multitask en el trabajo?
En el mundo laboral se pide con frecuencia ser multitarea. En general, a lo que se hace referencia, más bien, es a la versatilidad, a tener aptitudes para abordar tareas diferentes gracias a una visión más global de los procesos. A manejar aspectos que pertenecen a distintas áreas de la empresa, a lo híbrido. Se piden perfiles con lo que se conocen como habilidades en T. Este tipo de profesional combina habilidades en dos direcciones: tienen una visión global y conocen en profundidad algún aspecto. Pero no quiere decir que pueda hacer cualquier cosa al mismo tiempo.
La pérdida de concentración, el olvido de cosas importantes está detrás de la falta de atención causada por el empeño en querer abordar diferentes tareas complejas al tiempo.
Ser productiva y la posibilidad de simultanear tareas
La productividad está relacionada con una óptima organización del trabajo. Quizás pueden combinarse determinados cometidos que no requieran un alto nivel de atención en un momento dado. Se le puede buscar un hueco en el día para hacer este tipo de cosas. Pero el resto de la jornada quizás sea más interesante echar mano de la asertividad para decir “ahora no puedo” que decir sí a todo imponiéndote llegar aumentando el estrés. O realizar a medias todas las tareas sin acabar ninguna.
Querer que todo nuestro tiempo sea productivo es un mal de nuestras sociedades. Perder el tiempo es una de las “faltas” indeseables que no podemos, que no queremos permitirnos. Y puede que en esto haya influido la relación que tenemos con la tecnología. Se aprende que no hay por qué esperar, nos hemos vuelto impacientes y queremos dar resultados como lo hacen los dispositivos, las máquinas.
Esta falsa creencia sobre los superpoderes de la atención tiene que ver con la posibilidad de la llegada de estímulos al cerebro desde diferentes canales y querer atenderlos inmediatamente. Algo que permite la tecnología, pero para lo que el cerebro no es tan competente. Creemos que podemos y lo que en realidad estamos haciendo es estresarnos incrementando la presión con exigencias. A la larga se tira de medicación o de burn out.