La jornada laboral media ha estado reduciéndose paulatinamente en las últimas décadas. Y seguirá haciéndolo en los próximos años por el envejecimiento de las plantillas entre otros factores comunes en otras economías.

Esta es la conclusión a la que ha llegado un estudio del departamento de Análisis de la Situación Económica del Banco de España.

La evolución de la jornada laboral

Para el Análisis de la evolución de las horas trabajadas por ocupado en España  y evolución reciente, se estudió el periodo que va desde 1987 hasta 2019. En su elaboración se ha utilizado la información proporcionada por la Contabilidad Nacional Anual y de la Encuesta de Población Activa (EPA). Los años de la Pandemia quedan fuera en principio,  para no incluir los datos de la crisis, pero son analizados en una sección aparte.

En este período se observa que la jornada laboral media descendió desde 37 horas semanales hasta 31,8. Esta tendencia es compatible con la evolución de otras economías, y no es particular de la española.

Gráfico sobre el descenso de las horas de trabajo relacionadas con el envejecimiento de las plantillas

Gráfico elaborado por el «Análisis de la evolución de las horas trabajadas por ocupado en España» a partir de datos del Instituto Nacional de Estadística y del Banco de España.

 

Lo que sí parece propio del caso español es la expansión de la industria relacionada con los servicios. Se trata del sector económico con un menor número de horas semanales por trabajador. La autora del estudio, Pilar Cuadrado, menciona además tres causas principales que han llevado a esta situación:

Por sectores económicos, el de la construcción es el único en el que ha aumentado el número de horas trabajadas, a partir de 1995. Sin embargo, queda compensado a la baja por la tendencias en el resto de industrias.

Causas del envejecimiento de las plantillas

La proporción de mujeres trabajadoras pasó, en el periodo estudiado por la autora, del 30% a más del 53%. Esto está íntimamente relacionado con el aumento de la parcialidad en la contratación que se ha mencionado. Aunque con el tiempo se ha reducido en ambos sexos, los contratos a tiempo parcial son más comunes entre las mujeres. En concreto, el 22%, frente al 7% entre los hombres.

Al mismo tiempo, la población española ha ido envejeciendo, como ocurre con todas las sociedades desarrolladas. Por lo tanto, ha aumentado la proporción de trabajadores mayores de 55 años, entre los que el empleo a tiempo parcial es más común.

Como es lógico, el impacto de la crisis sanitaria redujo el número de horas semanas trabajadas. A medida que se han ido relajando las medidas de contención, hemos visto un aumento significativo de las jornadas. Y aún así, son una hora menos que en 2019.

A partir de las tendencias observadas, la autora del estudio prevé que en los próximos años continuará el descenso de las jornadas laborales. Se acentuará el envejecimiento de las plantillas. Y es muy posible que se alargue la vida laboral por el retraso en la edad de jubilación. El aumento de las jubilaciones parciales también influirá en la reducción de horas trabajadas.

Según los resultados del estudio del Banco de España, parece previsible también que continúe creciendo la importancia de los servicios en el conjunto de la economía. Un sector en el que prima la parcialidad en la contratación.