Muchas empresas proponen a su plantilla cobrar una parte de su salario en retribución flexible. Pero esta forma de cobrar es más difícil de estimar, y no siempre puedes calcular si te interesa o no, ya te hablamos en una ocasión de ello. Además, hay muchas cuestiones que no terminan de explicarte cuando te hacen una propuesta así. Te resolvemos todas esas preguntas que están rondándote, para que tengas una visión de conjunto más completa.

¿Qué tipo de retribuciones suelen ofrecerse?

Dentro de la retribución flexible que suele ofrecerse, estos son los gastos que habitualmente se incluyen:

  • Tiques de comida
  • Tarjeta de transporte
  • Seguros de salud
  • Teleasistencia
  • Planes de pensiones
  • Seguro de vida
  • Cheques de guardería
  • Formación especializada

¿Cómo se cotizan los ingresos de retribución flexible?

Varios de los servicios mencionados en el apartado anterior no tributan IRPF si se incluyen en tu salario como retribución en especie. Es decir, si tienes que comer todos los días fuera de casa con los vales que te dan o si llevas a tus peques a la guardería concertada con la empresa, puede suponer que termines cobrando más.

No pagarás este impuesto por los vales de comida si no gastas más de 9 euros diarios por día. Por el gasto en guardería que refleje tu nómina, no tributarás. Tampoco lo harás por el del seguro sanitario, hasta un límite de 500 euros por persona y año. Y la formación tampoco tributa si está relacionada con tu profesión. Sin embargo, no toda la retribución en especie no tributa, hay otros servicios que sí lo hacen.

¿Cómo se cotizan los ingresos del salario en especie?

¿La empresa saca algún beneficio con esta parte del salario?

Sí, para la empresa también representa un beneficio en varios sentidos. De una manera directa porque esos gastos por los que tú no tributarás IRPF, ellos se lo podrán deducir del Impuesto de Sociedades. Es decir, representa un beneficio económico tangible. Pero es que, además, es una forma de negociar aumentos de salario sin que suponga un gasto tan grande y también es una manera de que la plantilla se sienta cuidada y respetada, y, por tanto, se encuentre más comprometida con la compañía.

¿En qué me beneficia a mí?

Además de lo expuesto en el apartado anterior sobre las cotizaciones, puedes beneficiarte de otros tipos de ahorro. Eso sí, siempre que tú tuvieras pensado hacer el gasto antes de que tu empresa te propusiera incluirlo dentro de tu salario. Es decir, si tienes seguro de vida, seguro médico o un plan de pensiones privado, quizá tu empresa puede ofrecerte algo mejor. Con frecuencia, las compañías consiguen mejores precios porque negocian paquetes más grandes de contratos y puede aplicarse un beneficio de economía de escala.

¿Puedo negarme a que me paguen con retribución flexible?

Sí, podrías negarte a cobrar una parte de tu salario en especie. La aceptación de este tipo de retribución es completamente voluntaria. Eso sí, la empresa tiene derecho a elegir qué servicios ofrecerá a su plantilla. Sin embargo, tú siempre puedes optar por cobrar un salario exclusivamente dinerario. En cualquier caso, también está estipulado por ley que la retribución en especie no puede superar el 30% del salario total. Y el salario dinerario que se combine con salario en especie no podrá ser inferior al salario mínimo interprofesional.

¿Cómo debe aparecer en la nómina?

Todo el salario que te paguen en especie ha de venir especificado en tu nómina. Debe reflejarse el valor en dinero calculado para cada uno de los servicios que compongan esta parte del salario. Y no puede venir el cómputo total, sino detallado cada servicio disfrutado, sea el cheque guardería, el seguro médico, la formación especializada…