Vivimos en una época en la que casi todo se comunica por correo electrónico: informes, reuniones, avisos internos…, y también decisiones importantes de las empresas. Así que no es raro que muchos trabajadores se pregunten si también es posible recibir un despido por email: ¿Esto es legal? ¿Es válido como comunicación oficial? ¿Y qué pasa si no lo lees? En este artículo despejamos todas tus dudas.

¿Qué dice la ley sobre cómo comunicar un despido?

En España, la forma de notificar un despido está regulada en el Estatuto de los Trabajadores, que exige que la empresa comunique el despido por escrito. Sin embargo, la ley no obliga a entregarlo en persona, ni especifica tampoco el canal exacto a utilizar para hacer llegar esa comunicación. Estas serían las principales referencias legislativas sobre despidos en España:

  • Artículo 55 del Estatuto de los Trabajadores, que exige que el despido disciplinario se comunique por escrito, con los hechos que lo motivan y la fecha en que tendrá efecto.
  • Artículo 53, que regula el despido por causas objetivas y también exige comunicación escrita, explicación de la causa y la puesta a disposición de la indemnización cuando corresponda.

Como puede verse, la ley se centra en el contenido y la forma escrita, no en el método de entrega. Por lo tanto, un correo electrónico puede ser un medio válido para comunicar un despido si se cumplen dos condiciones fundamentales:

👉El trabajador recibe una carta de despido por escrito (normalmente como archivo adjunto), donde aparezcan los hechos, la fecha de efectos y la información necesaria.

👉La empresa puede demostrar que el trabajador ha tenido acceso a esa comunicación.

Esto último es clave. No basta con declarar «he mandado el email»; el despido debe ser comunicable y demostrable. Por eso, algunas empresas usan herramientas de correo certificado, registros electrónicos de lectura o incluso envían documentación adicional por burofax. Todo ello sirve como prueba en caso de conflicto.

¿Qué ocurre si no leo el email?

Aquí es donde surgen muchas dudas. Mucha gente piensa que, si no abre el correo, el despido no es válido. Pero la realidad es que si la empresa envía el mensaje a la dirección que utilizas normalmente, y puede demostrar que ese email llegó correctamente, la notificación puede considerarse válida aunque no lo hayas abierto. La ley no exige que respondas ni que confirmes la lectura, solo que la empresa haya usado un medio adecuado para comunicártelo.

Por el contrario, si lo envían a una dirección antigua, a un correo que no forma parte del canal habitual de comunicación o a una cuenta a la que no tienes acceso, la cosa cambia. En esos casos, el despido podría impugnarse, porque no se garantiza que realmente pudieras recibir la carta.

¿Pueden despedirte fuera del horario laboral?

La Ley no establece un horario específico para comunicar el despido. Un email enviado por la noche, en fin de semana o en días festivos puede ser considerado como válido. Lo importante es que en la carta figure la fecha efectiva del despido y que el trabajador pueda acceder al contenido.

Ahora bien, si la empresa nunca ha utilizado ese correo electrónico para comunicarse contigo o escoge un momento extraño para hacerlo (por ejemplo, de madrugada, durante tus vacaciones, antes de un puente festivo…), esto puede generar dudas razonables que podrían resultar útiles si decides recurrir.

¿Qué debe incluir un email de despido?

Aunque el medio sea electrónico, el contenido debe cumplir los mismos estándares que si se entregara en papel. La carta de despido debería incluir:

  • Los motivos del despido explicados de forma clara
  • La fecha en la que el despido será efectivo
  • La información sobre la indemnización, si la hay
  • Detalles del finiquito y cómo será entregado

A veces la empresa adjunta documentos para firmar. No estás obligado a firmar en ese momento, y si lo haces, puedes añadir «no conforme» para dejar constancia de que no estás de acuerdo con el contenido.

¿Qué hacer si te despiden por email?

Lo primero es mantener la calma y leer bien la comunicación. A partir de ahí, conviene guardar el mensaje tal cual, sin borrarlo, y conservar también los archivos adjuntos. Estos documentos pueden ser muy importantes si decides recurrir el despido.

Otro paso importante es solicitar el finiquito, ya que la empresa debe detallarte las cantidades pendientes: días trabajados, vacaciones no disfrutadas, pagas extra, etc. Si algo no te cuadra, puedes pedir explicaciones antes de firmarlo.

En caso de duda, lo mejor es consultar con un abogado laboralista o con tu sindicato. Tienes 20 días hábiles para impugnar el despido, así que es fundamental no dejar pasar demasiado tiempo. Un profesional puede ayudarte a comprobar si la comunicación se ha hecho de manera correcta, si la empresa aporta pruebas suficientes y si los motivos del despido están bien fundamentados o pueden considerarse improcedentes.

¿Qué pasa si el despido por email no está bien comunicado?

Cuando la empresa no puede demostrar que has recibido la comunicación, el despido puede ser declarado improcedente, lo que implica indemnizaciones más altas o incluso la posibilidad de ser readmitido.

En algunos casos excepcionales, cuando se vulneran derechos fundamentales o se producen discriminaciones, el despido podría considerarse nulo, lo que obligaría a la empresa a reincorporarte y a pagarte los salarios dejados de percibir desde la fecha del despido.

Por eso, aunque el despido por email sea legal, sigue siendo un terreno delicado. Muchas empresas prefieren el burofax o la entrega en mano porque son métodos más seguros y fáciles de demostrar. El correo electrónico es válido, pero si no se hace con cuidado, puede generar problemas y favorecer reclamaciones por parte del trabajador.