Una de las características principales de la empleabilidad, tanto del presente como del futuro, es lo que se ha denominado como long life learning, es decir, aprendizaje a lo largo de la vida o formación continuada. La cuestión es que, la velocidad con la que se producen los progresos tecnológicos, con la que aparecen herramientas revolucionarias y metodologías disruptivas, no se acompasa con el ritmo actualización de conocimientos de quienes trabajan. ¿Cómo se puede elaborar una estrategia de formación continuada adaptada a cada trayectoria profesional?
Qué formación continuada te interesa para potenciar tu perfil profesional
Cada profesión o perfil puede requerir su propias estrategias, pero hay una serie de factores que necesariamente han de valorarse cuando se quiera seguir un proceso de reskilling.
- Disponibilidad de tiempo. Antes de abordar algo de formación, saber cómo encajar horas para asistir a clase y dedicar algunas más a asimilar o poner en práctica lo aprendido es prioritario. Es importante no subestimar las fuerzas que quedan después de salir de trabajar, si es que puedes simultanear estudios y trabajo, porque hacerlo puede resultar una sobrecarga que se lleve por delante esfuerzos y dinero (si la formación tiene costes).
- Completar estudios reglados para acceder a estudios de más nivel. Para poder acceder a cursos universitarios o grados superiores de formación profesional, a veces, es un requisito hacer un curso puente, un acceso específico o completar un ciclo formativo como puede ser la ESO. Por este motivo, hay que tener en cuenta en esa estrategia, que la formación que se quiere afrontar se alargará uno o dos años más, para alcanzar el punto de partida hacia estudios superiores.
Estudiar sin recursos
Acudir a formación subvencionada, en caso de que no se disponga de recursos económicos. A veces, reinventarte no es una opción. Cuando un sector languidece, quienes se han dedicado a ello durante gran parte de su vida y tienen por delante todavía muchos años hasta la jubilación, tienen que recurrir a reorientar su perfil profesional.
Pero quizás, no se disponen de recursos materiales para afrontarlo. Es entonces cuando se puede que acudir a formación subvencionada, cursos de cualificación profesional, ayudas a la recualificación, etc. Tanto el gobierno central como los gobiernos autonómicos y fundaciones privadas disponen de partidas, programas y recursos para ayudar a afrontar una formación continuada a quien no pueda asumirla de otra forma. De hecho, es algo que está garantizado tanto por normativas europeas como nacionales.
Autoformación y formación online
Sin pretender idealizar autoformación, porque quizás está restringida a personas con perfiles muy autodidactas, puede ser una opción para adquirir nuevas destrezas. Hay muchas personas que aprenden a hacer cosas en internet, mirando vídeos. Y nos referimos a habilidades muy demandadas como pueden ser la programación, el diseño o la edición de vídeo. Tan es así que hay un término que lo describe, se trata de la cultura maker.
Estudiar cursos que no requieran una titulación. Existe la posibilidad de formarse en disciplinas o habilidades que no requieran una titulación previa o que puedan abordarse con una educación básica. Explora las opciones que te ofrece la Formación Profesional que cada vez está mejor orientada para afrontar las demandas del mercado laboral del presente y futuro.
Opciones online cuando la presencialidad está limitada. Muchas veces el problema para poder acometer una estrategia de formación continua está en la presencialidad. Los desplazamientos suponen un tiempo precioso que impiden que se pueda estudiar. La formación online hace posible adquirir nuevos conocimientos, ajustando el tiempo que se dedica porque no hay que emplearlo en desplazarse.
Los conocimientos adquiridos van cambiando a medida que se confrontan con la realidad y surge la necesidad de adaptarlos. Es la forma de pulir conocimientos e ir adquiriendo nuevos. Por eso, la formación es cada vez más decisiva para poder desempeñar un puesto de trabajo.