La costumbre social más extendida para los jóvenes es que se formen y luego accedan a un empleo. Sin embargo, en algunos casos esto no es posible, especialmente en los últimos tiempos. Para algunos estudiantes dejar de estudiar no es una opción, sino una necesidad. La manutención hay que pagarla y eso solo se puede hacer con un empleo. Si desafortunadamente te encuentras en esta situación, los siguientes consejos te ayudarán a no cerrarte puertas.
La necesidad de un sueldo como causa para dejar de estudiar
Desde la crisis económica del 2018 cada vez más estudiantes se han visto en la necesidad de tener que dejar de estudiar. Se han visto obligados a buscar un trabajo para poder tener un sueldo. Esta situación se ha visto empeorada con el descenso de becas y los cambios en los requisitos para conseguirlas. En la actualidad, la pandemia ha venido a empeorar esta realidad.
Si te encuentras en esta situación debes saber que es reversible. No tiene porqué durar toda tu vida. Tienes estrategias para poder seguir avanzado en tu formación en un futuro. O para combinar trabajo y estudios. No te desanimes.
Trabajar y estudiar al mismo tiempo es posible
Tener un empleo limita el número de horas que puedes dedicar al estudio. Sin embargo, si has tenido que dejar tus estudios por un empleo puedes aplicar una serie de consejos para que te resulte menos duro combinar ambas actividades.
Lo primero de todo es organizar tu tiempo de manera eficiente. Elabora un calendario semanal y mensual con tus horas de trabajo. Visualiza las que tengas libres y observa si puedes encajarlas en un plan de estudios. Las universidades a distancia son una buena opción. No tienes necesidad de asistir todas las semanas a clases. Y puedes matricularte por asignaturas. Te llevará más tiempo acabar tu carrera, pero lo conseguirás poco a poco. La FP a distancia y la FP Dual también son buenas opciones. La segunda incluye prácticas remuneradas.
Considera también la opción de un trabajo freelance que te permita gestionar mejor tu tiempo. Si con el sueldo de una jornada parcial te basta, no aceptes trabajos de 40 horas.
Debes ser realista también. Compaginar estudios y trabajo implica sacrificios. Deberás dejar de lado algunas aficiones. Pero la recompensa merece la pena. Con una buena formación tu empleabilidad mejorará. Sin embargo, no te olvides de incluir tiempos de descanso y de ocio en tu agenda. Los necesitarás para poder rendir después.
El tiempo que dediques al estudio debe ser de calidad. De este modo le sacarás todo el provecho. Elimina las distracciones y concéntrate en lo que estás haciendo. Aplica algunas estrategias sencillas, como la regla de los 20 segundos. En tu tiempo de estudio apaga el móvil y no estés pendiente de las redes sociales.
No te cierres la puerta a seguir formándote
Si pese a todo no puedes compaginar trabajo y estudios, no elimines la opción de seguir formándote.
Observa qué requisitos de formación se requieren en tu trabajo. Consulta las opciones que tienes para poder avanzar en tu carrera profesional. La FP ofrece muchas posibilidades de mejora. También la opción de poder acreditar tus competencias profesionales. En este caso podrás optar a ciclos formativos más altos que te permitan alcanzar mejores puestos.
Los diferentes tipos de formación a distancia permiten también reengancharse al aprendizaje si te has visto obligado a dejar tus estudios. Hay numerosos cursos que puedes realizar para mantenerte actualizado.
Considera también la posibilidad de retomar tus estudios cuando te hayas afianzado en tu puesto de trabajo. Podrás orientarlos al campo en el que trabajas o bien buscar nuevas alternativas que te motiven más.