“He gastado mis últimas 500 libras en esta valla publicitaria. Por favor, denme un trabajo” Con esta simple y directa frase, una dirección de Internet y una fotografía de tres metros, Adam Pacitti consiguió que más de 10.000 personas visitaran y tuitearan su videocurriculum en solo 24 horas. De momento ha servido para poco. Adam sigue buscando trabajo, como informa desde su descacharrante perfil en twitter, pero con un solo gesto (un gesto caro, vale, pero un gesto) consiguió destacarse por encima de los demás candidatos.

“Solo estoy buscando un trabajo, de eso va todo esto”, dijo Adam al diario británico The Independent cuando su campaña se convirtió en viral. De momento su vídeo ha recibido más de 108.000 visitas en Youtube. Todavía no tiene nada en firme pero las entrevistas de trabajo se han multiplicado.

“Ahora estoy teniendo tanta atención que espero que pronto alguien me ofrezca un trabajo”, dice esperanzado. No es la primera vez que Pacitti lleva a cabo una campaña que se convierte en viral. Ya lo hizo con un documental sobre cómo ser un luchador de lucha libre, también buscó a la chica de sus sueños, algo de lo que hizo partícipe a la comunidad 2.0. La historia de este inglés de 24 años es quizá demasiado extrema, pero refleja a la perfección un problema al que se enfrentan todos los candidatos a un puesto. La necesidad de llamar la atención. No vale un buen currículo, ni siquiera un buen videocurrículo, como el que tiene Pacitti.

Hace falta un extra. Adam asegura haber mandado cerca de 200 currículos antes de decidirse a lanzar su web y alquilar una valla publicitaria.”Es demasiado difícil llamar la atención sobre el papel”, dice para justificar su falta de éxito. Y no le falta razón. Un perfil estándar en una web de búsqueda de empleo no es suficiente, hay que enriquecerlo y añadir tanta información y links como sea posible. Enviar spam travestido de oferta de empleo personalizada tampoco se antoja como la mejor opción. Las cartas motivacionales son una buena manera de destacarse por encima del resto de candidatos (y son ciertamente más baratas que una valla publicitaria) pero no son la única forma de llamar la atención. Los blogs, las redes sociales y sobre todo la imaginación son recursos que pueden darnos el plus que nos falta. A Adam Pacitti se lo dieron.