La variedad de la actividad humana da cuenta de la diversidad de habilidades que tienen las personas. La inteligencia está presente en todas ellas. De forma muy genérica, cuando hablamos de inteligencia nos referimos a la capacidad de recoger información sobre el entorno, elaborarla produciendo un conocimiento y, por último, utilizarlo para adaptarse eficazmente al medio. Sin embargo, no todas las habilidades están igualmente valoradas en nuestras sociedades. Aquellas que tienen que ver con el cálculo matemático, la expresión oral, o la agilidad a la hora de entender y ejecutar tareas, por ejemplo, gozan de mayor prestigio. La teoría de las inteligencias múltiples descubre que existen otro tipo de habilidades que son tan eficaces o más a la hora de desenvolverse competentemente en un medio.
Gardner y las inteligencias múltiples
Lo interesante de la teoría elaborada por el psicólogo y profesor de la Universidad de Harvard Howard Gardner (1943) es que contempla las inteligencias, en plural, como una potencialidad. Tienen posibilidad de desarrollo o de despertar si están convenientemente estimuladas. Por más que haya un talento innato que pueda venir de serie gracias a factores biológicos, que se desarrolle conforme se van sumando experiencias vitales, o que sean necesarios para la adaptación a un entorno concreto para la supervivencia, estas destrezas se pueden mejorar.
Gardner y su equipo de investigación han detectado y analizado hasta doce tipos de inteligencias:
1. Lingüístico-Verbal. Que consiste en la habilidad para comprender el significado de las palabras y expresarse con ellas. También tiene que ver con la escucha.
2. Lógico-Matemática. Relacionada con la resolución de problemas abstractos. Operaciones de cálculo y lógica. Y con formular y verificar hipótesis, así como con los razonamientos inductivo y deductivo.
3. Visual-espacial. Todo lo que tiene que ver con la visualización de objetos desde diferentes ángulos. La creación de imágenes o la lectura de mapas.
4. Musical-auditiva. Interactuar, aprender y analizar sonidos, capacidad para tocar instrumentos.
5. Corporal-Kinestésica. Tiene que ver con la capacidad para el control del movimiento corporal. Interviene en aspectos como la coordinación, agilidad, equilibrio.
6. Interpersonal. Se trata de una cualidad relacional. Tener la capacidad de percibir y leer a los demás. Reconocer y responder ante los sentimientos de otras personas.
7. Intrapersonal. Capacidad para conocerse y distinguir fortalezas y debilidades propias, para hacer introspección. También para motivarse y lograr metas.
8. Naturalista. Trasciende el mundo de los seres humanos. Se es hábil para observar e identificar otras especies.
9. Emocional. Comprender los componentes emocionales de la mente. Aprender a gestionar las propias y entender las ajenas.
10. Existencial. Razonar y entender cuestiones existenciales. Tipo ¿de dónde venimos? o ¿qué hay después de la muerte?
11. Creativa. Habilidad para la innovación y la construcción mediante la imaginación.
12. Colaborativa. Aptitudes para formar parte de un equipo. Saber recoger las habilidades y conocimientos de otras personas y enfocarlas hacia un objetivo.
Las inteligencias de Gardner y el mundo laboral
Entre estas cualidades algunas son primordiales para el desempeño de tareas en el trabajo. Puede que las habilidades de tipo matemático no sean tan interesantes para muchos trabajos puesto que la automatización es realmente eficiente para desempeñar este tipo de tareas. Sin duda, será fundamental para el diseño de las máquinas. Pero para la mayoría el máximo de capacidad que podemos alcanzar, al menos de manera natural, está muy por debajo de la capacidad de nuestros móviles.
No obstante, la habilidad para expresarse tanto oralmente, por escrito como utilizando el lenguaje corporal es fundamental en el entorno laboral. Es decisiva en profesiones que implican trato con públicos, ya sea clientes, trabajadores o público en general. También es necesario desarrollarla si te dedicas a la comunicación. Mediante la lectura, la exposición de presentaciones y ponencias se puede reforzar este tipo de inteligencia considerablemente.
Las nuevas inteligencias que van más allá de cada persona
El control emocional, la asertividad, es decir, toda aquella inteligencia que se pone al servicio de la colaboración entre humanos es una habilidad cada vez más apreciada ya que la creciente complejidad de los problemas requiere de una estrategia multidisciplinar para resolverlos. Entran en juego tanto las inteligencias intrapersonales para favorecer el acuerdo y gestionar el conflicto como las interpersonales para escuchar y aprovechar el potencial colaborativo de los equipos.
La inteligencia creativa y la tan valiosa inteligencia emocional forman parte junto con las anteriores del kit de inteligencias múltiples para el ámbito profesional que la mayoría de las personas debería potenciar para lograr una buena empleabilidad.