Perder un trabajo no solo impacta en nuestras finanzas, sino que también puede desestabilizar nuestra identidad. Para muchos, el empleo no es solo una fuente de ingresos; es un pilar de autoestima, estructura y sentido de pertenencia. Y cuando desaparece, es normal sentir un vacío que afecta la forma en que nos vemos a nosotros mismos en sociedad.

Si estás enfrentando este sentimiento, no te preocupes, no estás solo. Miles de personas atraviesan situaciones similares. Te mostramos algunas estrategias que pueden ayudarte a recuperar tu equilibrio, y redescubrir tu identidad más allá de tu perfil laboral.

¿Qué emociones suelen aparecer al perder un trabajo?

Tristeza, frustración, miedo al futuro y, sobre todo, una sensación de pérdida personal, son algunas de las emociones que suelen experimentarse de forma habitual al perder un trabajo. Reconocer estas emociones es el primer paso para afrontarlas. Ignorarlas o reprimirlas solo prolongará tu malestar. Permítete sentir, pero evita que estas emociones definan quién eres.

Una técnica útil es escribir un diario o hablar con alguien de confianza sobre cómo te sientes. Esto no solo libera tensión emocional, sino que también te ayuda a procesar lo que está ocurriendo.

Reflexiona sobre tu identidad más allá del trabajo

La pérdida de un empleo a menudo revela cómo hemos vinculado nuestra identidad a nuestro rol profesional. Si siempre te has definido por lo que haces («soy ingeniero», «soy profesora»), perder ese rol puede sentirse como perder una parte de ti mismo.

Como indica el reconocido psicólogo organizacional Adam Grant, «Cuando enfrentamos la pérdida de un rol, debemos recordar que no somos solo lo que hacemos. Las conexiones humanas, las habilidades y los valores que construimos son los pilares de una identidad más sólida».

 

Grant recalca la importancia de mirar más allá de nuestro empleo para redescubrir qué nos define realmente. Reflexiona sobre tus valores, pasiones, relaciones y habilidades. Y hazte preguntas como:

    • ¿Qué disfruto hacer fuera del trabajo?
    • ¿Qué cualidades aprecian los demás en mí?
  • ¿Qué logros personales me hacen sentir orgulloso?

Recuerda que eres una persona completa, con talentos y capacidades que van más allá de un currículum.

Redescubre tus pasiones y habilidades

El tiempo que pases desempleado puede ser también una oportunidad para reconectar con hobbies o intereses que habías dejado de lado por falta de tiempo. Tal vez siempre quisiste aprender un idioma, practicar jardinería o escribir un blog. Dedicar tiempo a estas actividades no solo te mantendrá ocupado, sino que también puede ayudarte a redescubrir aspectos de tu identidad que no están ligados al trabajo.

Asimismo, considera tomar cursos online, asistir a talleres o participar en proyectos voluntarios. Esto no solo expandirá tus habilidades, sino que también podrá mejorar tu red de contactos y abrirte puertas a futuras oportunidades laborales.

Cuida tu salud (física y mental)

El trabajo estructura nuestros días: nuestros horarios, metas y responsabilidades. Por eso, sin esta estructura, muchas personas caen en la procrastinación o en hábitos poco saludables.

Crear una rutina diaria podrá ayudarte a mantener un cierto sentido de normalidad. Establece horarios para actividades como buscar empleo, hacer ejercicio, aprender algo nuevo y relajarte. Tener un plan te dará una sensación de control sobre tu tiempo y energía.

Prioriza también tu bienestar haciendo ejercicio, comiendo de manera equilibrada y descansando lo suficiente. Actividades como la meditación, el yoga o las caminatas al aire libre pueden ser muy útiles para reducir la ansiedad. Y si sientes que el malestar emocional persiste o se intensifica, no dudes en buscar ayuda profesional. Un psicólogo o terapeuta puede proporcionarte herramientas para manejar esta transición de manera saludable.

Reevalúa tus metas profesionales

La pérdida de un empleo también puede ser una oportunidad para replantearte tus metas laborales. Pregúntate si estabas realmente satisfecho con tu trabajo anterior o si es el momento de explorar nuevas direcciones. Tal vez deseas cambiar de industria, emprender un negocio propio o buscar un empleo que te permita equilibrar mejor tu vida personal y profesional.

Dedica tiempo a investigar y planificar tus próximos pasos. Haz una lista de las habilidades que puedes ofrecer, y las empresas o proyectos que se alinean con tus intereses.

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Construye una red de apoyo

No subestimes el poder de contar con una red de apoyo. Habla con amigos, familiares y excompañeros de trabajo. Muchas veces, nuevas oportunidades surgen a través de conexiones informales.

Además, considera unirte a grupos de apoyo para desempleados o comunidades de networking. Compartir experiencias con personas que están en situaciones similares puede ser reconfortante y motivador.

Mantén una perspectiva positiva

Es fácil culparse por perder un trabajo o sentir que no se está haciendo «lo suficiente» para salir adelante. Sin embargo, el auto diálogo negativo solo aumenta el estrés y la inseguridad. Reconoce tus esfuerzos, celebra tus pequeños logros y recuerda que el desempleo no define tu valor como persona.

Visualiza esta etapa como un capítulo transitorio y enfócate en las posibilidades que tienes por delante. Muchas personas han descubierto nuevas carreras, pasiones o formas de vida después de haber perdido un trabajo. Recuerda que esta etapa, por difícil que parezca, también puede ser el inicio de algo transformador.