¿En qué estado se encuentra el empleo en Europa y qué debemos solucionar urgentemente? La Comisión Europea ha publicado el informe Labour Market and Wage Developments in Europe 2022. Un estudio donde analiza los cambios en el mercado laboral europeo y la evolución del desempleo en el último año. Como no podía ser de otra manera, la atención se centra en la invasión de Ucrania por Rusia y sus consecuencias en el mercado de trabajo. La conclusión más destacable es que el empleo se ha mostrado resiliente, aunque advierten de algunos problemas estructurales que hay que solucionar como los bajos salarios o la escasez de mano de obra cualificada.
El mercado laboral europeo y el coste de la energía
Cuando la Federación Rusa invadió Ucrania en febrero de 2022, la crisis económica provocada por el Covid-19 estaba tocando a su fin. Era el momento en que la recuperación estaba impulsando con fuerza la creación de empleo y disminuía el desempleo de forma notable.
La consecuencia más inmediata del inicio de las hostilidades fue el alza en los precios de la energía. Las sanciones impuestas a Rusia y los cortes del suministro de gas evidenciaron la dependencia energética de la Unión Europea respecto a los combustibles fósiles rusos.
Los sectores económicos con fuerte dependencia de la energía han sido los más afectados por el aumento coste. Sobre todo la minería, la industria química, metales y fertilizantes, que representan el 5% total del empleo. Pero las industrias que dependen de los suministros proporcionados por estas, como alimentación y hostelería, también se ven afectadas.
El estudio señala que el mercado laboral ha mostrado su resiliencia hasta ahora, pese a la disminución de la producción. Sin embargo, las intenciones de contratación por parte de las empresas están disminuyendo. En los próximos meses podríamos ver cómo crecen los índices de desempleo.
Los salarios frente a la inflación
Una de las consecuencias inmediatas de la agresión a Ucrania ha sido el alza de la inflación hasta cotas que se no se alcanzaban desde hacía décadas. En octubre, llegaba al 10,7 % de media en la Unión Europea.
Esta deriva inflacionista ha afectado al salario real de los trabajadores. Y ello pese a que los salarios han subido durante 2022. El coste de la vida se ha visto incrementado debido a las interrupciones en las cadenas de suministro y los altos precios de la energía. Por lo tanto, ha disminuido el poder adquisitivo de los trabajadores.
La merma de los salarios reales se ha dejado sentir especialmente en los sectores más vulnerables del mercado laboral y los trabajadores con los salarios más bajos. El estudio señala que el aumento de los salarios mínimos legales puede ayudar a mitigar esta pérdida de poder adquisitivo.
Especialmente en sectores como los servicios, donde los salarios bajos representan una parte importante. En las industrias manufactureras, muy dependientes del coste energético, el margen de maniobra de las empresas para ofrecer subidas salariales será menor.
Escasez de mano de obra y relevo generacional
El informe publicado por Eurostat revela también que, a finales de 2021, la escasez de mano de obra superó los niveles previos a la pandemia en varios países de la Unión Europea, especialmente en el sector servicios, mientras que disminuyó ligeramente en el industrial. Otro de los factores estructurales que agrava aún más el problema de la falta de profesionales para hacer frente al envejecimiento de las plantillas.
Mejorar las condiciones laborales y dotar a los trabajadores de las habilidades necesarias para el futuro se citan como elementos clave para abordar este problema. Con el objetivo de evitar que frenen el potencial económico de Europa en los próximos años, así como su transición ecológica.
Objetivos de la UE para mantener el empleo en Europa
El principal objetivo que se ha marcado la Unión Europea es reducir la dependencia energética y acelerar la transición hacia las energías renovables. En la misma línea, se ha aprobado un paquete de medidas que tiene como objetivo reducir la impredecibilidad de los precios del gas. Al mismo tiempo, se busca proteger a las pequeñas y medianas empresas y los hogares más vulnerables.
Por su parte, los estados miembros han aplicado sus propias medidas para aumentar los salarios mínimos legales y desarrollando medidas para frenar los costos energéticos.