Las vacaciones son un derecho fundamental de todos los trabajadores. No solo sirven para descansar y desconectar, también están protegidas por ley. Pero, ¿Qué pasa si por cualquier razón no puedes disfrutar de tus días libres? ¿Te los pagan? ¿Se pierden? En este post te explicamos de forma sencilla qué dice la ley sobre el pago de vacaciones no disfrutadas.
¿Puedo elegir entre disfrutar las vacaciones o que me las paguen?
Primero, es importante entender que las vacaciones no son un beneficio opcional, ni algo que el trabajador pueda intercambiar por dinero de forma voluntaria. La ley establece que todos los trabajadores tienen derecho a un mínimo de 30 días naturales de vacaciones al año (esto equivale a 22 días laborables en la mayoría de los casos).
Y esto no depende del tipo de contrato, la antigüedad o el puesto. Es un derecho general. Además, las vacaciones deben disfrutarse dentro del año natural o como mucho en los meses siguientes, si así se ha pactado o permitido por circunstancias justificadas.
Así que, en principio, la ley no permite que el trabajador renuncie a sus vacaciones a cambio de dinero. Esto significa que, aunque quieras trabajar más días para ganar más, no puedes legalmente vender tus vacaciones. El objetivo es proteger tu salud física y mental. El descanso no es negociable.
La única excepción es cuando la relación laboral termina (porque te despiden, renuncias, se acaba tu contrato, etc.) y aún tienes vacaciones pendientes de disfrutar. En ese caso, sí corresponde que te las paguen junto con el finiquito. A esto se le llama retribución de vacaciones no disfrutadas.
¿Cuándo se pagan las vacaciones no disfrutadas?
Como hemos comentado, esto solo sucede cuando se termina la relación laboral. Si al momento de salir de la empresa aún tienes días de vacaciones que no has usado, la compañía está obligada a compensarte económicamente por esos días.
Por ejemplo, si te corresponde un mes de vacaciones al año y has trabajado 6 meses, has generado 15 días de vacaciones. Si al terminar tu contrato solo usaste 5 días, la empresa debe pagarte los 10 restantes.
Este pago debe aparecer reflejado en el finiquito, que es el documento donde se resumen todas las cantidades pendientes entre tú y la empresa al momento de la salida.
¿Cómo se calcula el pago de vacaciones no disfrutadas?
El cálculo se basa en tu salario bruto diario. Se toma en cuenta todo lo que normalmente percibes (salario base, complementos, antigüedad, etc.), y se calcula lo que te correspondería por los días de vacaciones que no has usado.
Veamos un ejemplo:
- Supongamos que ganas 1.500 euros brutos al mes.
- Eso equivale a unos 50 euros brutos al día (suponiendo 30 días).
- Si tienes 10 días pendientes, te corresponderían 500 euros brutos en concepto de vacaciones no disfrutadas.
Este importe se incluye en tu finiquito y se cotiza a la Seguridad Social.
¿Qué pasa si la empresa no paga esas vacaciones?
Si te vas de una empresa y notas que en tu finiquito no aparece el pago por los días de vacaciones que no has disfrutado, tienes derecho a reclamarlo. Lo ideal es hacerlo primero por la vía amistosa, contactando con Recursos Humanos o con el departamento de administración.
Si no obtienes respuesta o la empresa se niega a pagarlo en el acto de conciliación laboral, puedes presentar una demanda ante el juzgado de lo social. Tienes un plazo de un año desde la finalización del contrato para hacer este tipo de reclamación.
También puedes pedir asesoramiento a tu sindicato o acudir a un abogado laboralista para que te oriente.
¿Y si estoy de baja y no puedo cogerme vacaciones?
Este es otro caso especial. Si has estado de baja (por ejemplo, por enfermedad o accidente), tienes derecho a disfrutar tus vacaciones una vez te reincorpores, aunque haya pasado el año natural. La ley te da hasta 18 meses después del final del año en el que generaste esas vacaciones para tomarlas.
Esto evita que pierdas tus días de descanso solo por haber estado de baja médica.